Amigos que no malquieren a Gamés le han reprochado que su regreso el día de ayer a esta página del fondo después de unos días de descanso estaba escrito en academiqués. Es verdad y Gamés pide perdón, sin que por eso considere que los académicos conceptuosos traigan la verdad en un puño. Un puño aburrido, ni modo. Olvidemos esto y volvamos al camino. Dispensen a Gilga.
Alejandro Gertz Manero, fiscal general de la República, afirmó este martes en la conferencia matutina de la Presidenta que la FGR apelará la absolución otorgada a Israel Vallarta. ¡Soc!
Pobre Gamés, se somete a los jitomatazos. Desde luego, la violación al debido proceso y el montaje de la detención de Cassez y Vallarta serían razón suficiente para que Vallarta estuviera libre desde hace veinte años. De acuerdo. Pero Gil no se traga ese hueso de aguacate.
La investigación más seria y completa de este asunto la escribió Jorge Volpi en su Novela criminal y deja entrever que Vallarta es inocente. Pues Gamés no lo duda, pero algo le dice que Vallarta es un pájaro de cuenta que cayó en el pozo del mugrero judicial. Ahora mal sin bien: no hagamos de Vallarta un mártir. Más jitomatazos. Ni hablar, ¿tienen servilletas para limpiar su rostro de Gilga?
Seis víctimas
Vallarta abandonó el penal federal del Altiplano, tras anunciarse que se le absolvía del delito de secuestro, por el que permaneció en prisión preventiva 19 años, siete meses y 23 días. Ahora, al ser cuestionado por el polémico caso, Gertz Manero aseguró que, más allá de si hubo o no un montaje contra Vallarta, hay “otras seis víctimas” del delito de secuestro que piden justicia.
Gilga escribe aquí que no le cree al fiscal Gertz, pero si se trata de creer o no creer, la cosa se pone incrédula. Gil no sabe qué pensar ni qué decir: la voz inconfiable de Gertz contra la defensa inconfiable de Vallarta. Más jitomatazos. Ni hablar, pero talleres de coches lujosos, un empresario de amenazas inescrupulosas, venganzas, traiciones. De acuerdo, los Zodiaco no existieron nunca, nada pasó jamás, no hubo un solo secuestro, nadie hizo daño a nadie, todo fue un invento, una fabricación. Con la pena, pero nunca lo sabremos.
“Seis personas que sufrieron secuestro, que se llevó a cabo antes de que hubiera una diligencia, evidentemente, ilegal y abusiva, y esas personas no pueden quedar en estado de indefensión”.
Así, remarcó el fiscal que es una “obligación moral, ética y jurídica” de la FGR defender a las víctimas. “Vamos a proceder, a través del recurso de apelación, en la defensa de esas víctimas y en el derecho que tienen a la reparación del daño”. Tremendo dilema.
Libertad
Gil lo leyó en Aristegui Noticias: cabe recordar que a finales de julio la jueza Mariana Vieyra Valdez, titular del Juzgado Tercero de Distrito en Materia Penal con sede en Toluca, dictó sentencia absolutoria al considerar que no se acreditó la responsabilidad penal de Vallarta. Esto respecto a los delitos de secuestro, delincuencia organizada, posesión de armas de uso exclusivo del Ejército y privación ilegal de la libertad. Por lo tanto, ordenó su inmediata liberación.
Efectivamente, según Aristegui Noticias, esta decisión judicial ocurrió después de casi dos décadas sin que se emitiera una sentencia definitiva en el caso, tiempo durante el cual Vallarta permaneció en prisión preventiva.
En julio pasado, el Tribunal Colegiado de Apelación del Décimo Tercer Circuito concedió un amparo para revisar esta medida cautelar, reconociendo que se había desestimado indebidamente una solicitud de la defensa para modificar la prisión preventiva.
Gil medita: Vallarta obtuvo su libertad y estuvo preso indebidamente, de acuerdo. Y quienes afirman que fueron secuestrados, ¿todos son parte de un montaje? ¿Todos mienten?
Ni duda cabe: el caso de Israel Vallarta trae denuncias de tortura y un polémico montaje televisivo relacionado con su detención, elementos que han sido cuestionados por organismos nacionales e internacionales de derechos humanos.
Para Gilga, lo sucedido con Vallarta vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre la justicia, la prisión preventiva prolongada y el respeto a los derechos humanos en México.
Todo es muy raro, caracho, como diría Séneca: “El que no quiera vivir sino entre justos, viva en el desierto”.
Gil s’en va