Que sí, que no, el ruletero

Ciudad de México /

Grandes cambios en el último minuto. Los días cambian de color. Martes en el salón de la Tesorería de las mañaneras: “Lo estimo mucho, lo respeto y lo considero precursor de este movimiento, pero estamos viviendo un momento de definiciones y esta ancheta está muy angosta, no hay para dónde hacerse. Es estar con el pueblo o con la oligarquía, no hay más, no hay justo medio. Decía Melchor Ocampo que los moderados no eran más que conservadores más despiertos”.

El Presidente consideró así a Cuauhtémoc Cárdenas, anunciado como orador de la Asamblea Punto de Partida-México Colectivo, como su adversario: o con el pueblo o con la oligarquía. ¡Diantres! No hay para dónde hacerse, afirma Liópez Obrador. Pues tráiganle una chamarra gruesa a Gamés porque se sueltan los fríos.

Al parecer, los organizadores del México Colectivo se pasaron de listos y sobrevendieron la presencia de Cárdenas sin tenerlo confirmado, ¿cuándo ha confirmado algo el ingeniero Cárdenas? Nunca. Usaron su nombre sin autorización, bien o mal pensado, después de la reunión del Punto de Partida, Cárdenas reventó aquel acto con una carta: “en ningún momento he sido convocante de nadie para que participe en su formulación y en el ulterior desarrollo (…) en su momento informé a quienes me invitaron a conocer ese proyecto de que a partir de consideraciones políticas, no seguiría participando más”.

Ni modo, mano, pero ¿alguien esperaba más del ingeniero? De verdad. Cárdenas lo abandonó todo, nada le importó, nunca nada. Y el Punto de Partida no partió.

Arrestos

Su periódico Los Ángeles Times reproduce íntegra una nota de la agencia AP en la que informa que “la Suprema Corte de Justicia de México dictaminó el martes que las fuerzas armadas no tienen que informar a la policía civil cuando efectúan un arresto”. Que mala noticia, no manches.

Se trata de un tema delicado, afirma la nota, debido a que se supone que la participación de las fuerzas armadas de México en la seguridad pública es únicamente en apoyo de la policía. Pero el tribunal determinó el martes que los soldados pueden realizar un arresto sin informar a la policía, siempre que eventualmente registren la detención en un sistema de cómputo empleado por las agencias civiles. Gil no da crédito y cobranza.

Una crítica más amplia es que las fuerzas armadas y la Guardia Nacional realizan pocas labores de investigación, y por lo tanto no pueden sustentar procesos con solidez, excepto cuando atrapan a los sospechosos en el acto.

Más pleitos

Una nota publicada en su periódico El Financiero informa que “Claudia Sheinbaum negó que haya una disputa entre ella y Sandra Cuevas a pesar de la gran cantidad de propaganda que se encontró en las oficinas de la alcaldía Cuauhtémoc contra la jefa de Gobierno de la Ciudad de México”. No exageremos: eran unos volantes y mandaron traer a camiones de granaderos, no se la prolonguen.

“Para mí en realidad es la evidencia de una guerra sucia que hemos venido diciendo que existe. Y no es de una alcaldesa, es de la oposición, del conservadurismo, particularmente del PAN”, dijo Sheinbaum. Claudia tiene un problema, quiere repetir cada palabra que diga Liópez. Claudia no tiene identidad, por eso puede perder. Pero nos queda Adán Augusto, porque para como viene la cosa, Claudia no rifa, para qué más que la verdad.

Sandra Cuevas está acusada de orquestar una campaña contra Sheinbaum luego de que la noche del jueves, se hallaron panfletos y lonas contra la jefa de Gobierno. Oh, que cosa horrible. La alcaldesa dijo: “Estoy preparada para absolutamente todo, estoy preparada para una vinculación a proceso, estoy preparada incluso para ir a prisión, estoy preparada para las decisiones que tome Claudia Sheinbaum Pardo porque esto es claramente una persecución política”. Tranquilos todos, Claudia, nada de prisión, no exageremos.

Todo es muy raro, caracho, como diría Shakespeare: “Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte; los valientes prueban la muerte solo una vez”. 

Gil s’en va

Gil Gamés

gil.games@milenio.com


  • Gil Gamés
  • gil.games@milenio.com
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR