¿Quién rescata a la cultura?

Ciudad de México /

Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gilga se ha enterado  del nuevo rescate cultural estadunidense. Sobra, pero no sobra pensar en el gedeónico (gran palabra) y no pocas veces trágico destino de nuestro país. Con la novedad de que en diciembre del año pasado, el congreso de Estados Unidos aprobó un nuevo paquete de alivio al coronavirus por 900 mil millones de dólares. De estos, 15 mil millones se entregaron al rescate del sistema cultural estadounidense. La iniciativa específica para el sector cultural fue presentada como una propuesta bipartidista por los senadores Amy Klobuchar (Demócrata de Minnesota) y John Cornyn (Republicano de Texas).

El nuevo paquete se sumó a los 75 millones de dólares aprobados en marzo de 2020 para rescatar el Fondo Nacional de las Artes, 75 millones para la Corporación de Radiodifusión Pública, 50 millones para el Instituto de las Bibliotecas y Museos, 25 millones para el Centro John F. Kennedy de las Artes Escénicas, 7.5 millones para el Instituto Smithsoniano y otros 75 millones para el Fondo Nacional de las Humanidades de los que ya escribió Gamés en esta página del fondo. Esta información  proviene de una nota de Peter Marks publicada en el Washington Post.

No empecemos con la zarandaja de los países ricos y los pobres. Se trata de una actitud, de una forma de enfrentar la crisis y defender a la cultura. ¿Qué dirán los Taibos, las Buyllas, las Frausto? No dirán nada de nada, seguirán destruyendo lo poco que se había construido en materia de política cultural en México.

Igual que Frausto

Los 15 mil millones de dólares aprobados en diciembre incluyeron apoyos para clubes nocturnos donde se representen conciertos y otras actividades artísticas, teatros de Broadway y museos. The Washington Post lo calificó como “el más grande rescate público de las artes en la historia de Estados Unidos”. Como supondrán, los lectores y las lectoras y les lecteres  (ah, Gil inclusivo), Gamés no piensa  en las grandes cantidades de dinero sino en la defensa de las expresiones culturales.

El paquete se aprobó después de que en 2020 la industria de la música estadounidense perdiera 33 mil millones de dólares, y estuvieran en riesgo los empleos de 5.1 millones de trabajadores del sector artístico.

El nuevo paquete incluyó apoyos para cubrir nóminas, rentas, utilidades perdidas y gastos operativos de los centros culturales. Aunque originalmente más restringida, la iniciativa se amplió para apoyar a los teatros regionales, cineclubes locales, museos pequeños y zoológicos. Además se autorizó la creación de dos nuevos museos sobre la historia de los latinos en Estados Unidos y uno más sobre la historia de las mujeres. ¿Cómo la ven? Dicho esto sin la menor intención de un albur smithsoniano.

Todo y nada

La verdad, Gilga se siente una hormiga. La senadora Klobuchar explicó la iniciativa: “Los pueblos pequeños tal vez tienen un solo centro cultural o artístico. Sería una enorme desgracia perder eso… muchas veces la gente piensa en el entretenimiento y la música como una industria boutique. De hecho, es una de nuestras mayores exportaciones y una de las que mejor voluntad genera para Estados Unidos en el extranjero”.

El rescate cultural contempla, según la Administración de Empresas Pequeñas, que en los primeros catorce días el dinero irá a quienes demuestren pérdidas de 90% de sus ingresos por el cierre asociado al covid-19. Después de esos primeros catorce días, los apoyos se extenderán a quienes demuestren 70% de pérdida de ingresos.

De los 15 mil millones de dólares, la legislación aprobada apartó 3 mil millones de reserva para apoyar a las organizaciones culturales y artísticas no lucrativas. También apoya a los operadores de salas de cine y representantes de talentos artísticos locales.

El Congreso estipuló que 2 mil millones de dólares se destinarán específicamente a los locales que empleen menos de 50 personas. La lógica es que los locales para eventos artísticos estimulan la economía de otros negocios aledaños como los restaurantes y los bares.

Ya en serio: no somos nada.

Todo es muy raro, caracho. Como diría Diógenes Laercio: “La cultura es un adorno en la prosperidad y un refugio en la adversidad”.


Gil s’en va
gil.games@milenio.com

  • Gil Gamés
  • gil.games@milenio.com
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
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