Taibo opina que los raspones entre las empresas privadas y el gobierno no deben arreglarse por la vía legal: se les expropia y san se acabó el problema; esto es lo que opina el jefe del libro público en México en un canal del Estado mexicano
Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil leyó la noticia en el portal de su periódico El Universal en una nota de Jennifer Flores: “En una reciente entrevista en el programa Largo Aliento conducido por Sabina Berman, Paco Ignacio Taibo II, director del Fondo de Cultura Económica, explicó, en la televisión pública, por cierto, qué ruta podría seguir el segundo piso de la cuarta transformación”. Taibo intelectual orgánico de la cuatroté no tiene desperdicio.
Gilga revela en esta página del fondo los ingredientes del coctel que bebe el escritor-editor-conductor-político y comunista para inspirarse: tres porciones de los Castro, una de Lenin y dos de Stalin, un toque de granadina Kim Il Sung, una pizca no tan pizca de Pol Pot y luego un chorrito de Flores Magón, luego, no podía faltar, un buen pedazo de Pancho Villa. Y hasta no verte Jesús mío. De Elenita no hablará Gamés en esta ocasión.
La idea de Taibo es que los raspones entre las empresas privadas y el Estado no deben arreglarse por la vía legal y el litigio jurídico. No nos andemos por las ramas: se les expropia y san se acabó el problema. Esto es lo que opina el jefe del libro público en México en un canal del Estado mexicano. Muy bonito.
Pistolero de agua dulce
La nota de Jeniffer explica: “Al mencionar a los 14 hombres que poseen más dinero que el 70% de la población, Paco Ignacio Taibo II especificó que para combatir la oligarquía se deben crear mecanismos expositivos para un reparto social justo. A lo que el escritor respondió: “Sí, absolutamente. Pagas tu deuda, charrascas, tu canal desaparece y es expropiado por deudas al aparato del Estado”.
¿Cómo la ven? Sin ningún afán de un albur expropiatorio. Taibo sostiene que “por deudas con el SAT y el Estado, Ricardo Salinas Pliego debería ser embargado al igual que el resto de la minoría abusiva”. Se le embargan sus bienes a la “minoría abusiva”. El coctel ha dado resultados extraordinarios.
Taibo se sirvió con el cucharón del poder al cual sirve y donde cobra y agregó que también tendría que haber este tipo de operaciones en sectores donde se proyectan abusos exagerados como la minería. Como solía decir Hugo Chávez: ¡exprópiese! De pasada, el prócer magonista arremetió contra Carlos Slim, explicando que nunca le simpatizó por considerar que no hay riqueza inocente. Bueno, si la fortuna va a dar a la cuatroté entonces sí hay presunción de inocencia, o qué, ¿no hay fortunas en Morena?
No cree en nadie este hombre poderoso y se da incluso el lujo de darle consejos perentorios a la Presidenta, le pidió que “en su sexenio sea autocrítica y que deje de tenerle miedo a la estructura vertical del poder”. Comuníqueme con Jesús Ramírez Cuevas. ¿Jesús? De verdad, pónganle un bozal a su intelectual (al-al) porque nada más les va a traer problemas. Conste que sobre engaño, no hay aviso, ¿o cómo era?
Gil no vio el programa y lo lamenta profundamente. Quienes lo vieron, cuentan que Taibo se ponía y se quitaba las pantuflas con gran desparpajo y que incluso subió los pies a una mesita muy simpática que utilizan de escenografía.
Al abordaje
La cuatroté anda de capa caída si de intelectuales orgánicos hablamos. Unos cuantos moneros que no traen ni un concepto en la cabeza, ni una idea. Ellos son entre otros pocos Hernández, Rocha, El Fisgón; Pedro Miguel los acompaña. Junto a ellos, Taibo es Gramsci, lo que sea de cada quien. Ellos y otros han tomado por asalto a la televisión pública en México. Estos intelectuales (no se burlen) tienen programas en el Canal 22, el Canal 11, el Canal 14. Gil ha cometido la imprudencia de ver algunas emisiones. Lograron lo que parecía imposible: devolver la televisión al año de 1969. Chistes malos, producción vergonzosa, guiones de llorar. Viruta y Capulina son una creación de Jean Luc Godard comparados con estos artistas que no se dan contra las paredes porque Dios es grande. Y por estos homenajes al analfabetismo ¡cobran! También la autoridad tiene programa: Jenaro Villamil sale a cuadro, él, jefe del Sistema Público de Radiodifusión del Estado mexicano aparece con gran soltura, ji, en Homo Zapping. Gil podría llenar esta página del fondo con muchos ejemplos, pero la lectora y el lector sufrirían un aburrimiento insoportable. Gilga no entrará en la materia gris de Lorenzo Meyer o Fabrizio Mejía Madrid, de momento. Así las casas (no saben cómo extraña Gilga al licenciado Bartlett) y como decía el poeta: atásquense ahora que hay lodo.
Todo es muy raro, caracho, como diría Joseph Sanial-Dubay: “Los abusos, aun en el estado más sólido, son minas sordas que tarde o temprano estallan”.
Gil s’en va