Zafiedad y abyección

Ciudad de México /

Gil siguió la infamia paso a paso. Ciego de ira, el presidente Liópez arremetió contra María Amparo Casar y revivió la trágica muerte de Carlos Márquez, empleado de Pemex y ex marido de Casar ocurrida hace 20 años. Más tarde, el Presidente traspasó un límite de fuego al publicar en un acto ilegal, inaudito y abyecto el expediente de Carlos Márquez en el cual se exhiben datos de la vida personal de María Amparo Casar y su familia. Gil no recuerda un abuso público contra la vida privada de un crítico del poder presidencial desde los años de Díaz Ordaz y Echeverría.

Gamés se llevó los dedos índice y pulgar al nacimiento de la nariz y meditó: la cólera, la sed de venganza y el rencor presidenciales no conocen límites. Uno o dos días antes Casar presentó su libro Los puntos sobre las íes. El legado de un gobierno que mintió, robó y traicionó (Debate, 2024), un conjunto de ensayos críticos sobre este gobierno a través de seis rasgos característicos: ilegalidad, impunidad, incompetencia, incongruencia, des-información y des-institucionalización. Acompañaron a la autora Jesús Silva Herzog Márquez y Héctor Aguilar Camín.

No fue necesario que quienes le hablan al oído al Presidente le llenaran de humo negro la cabeza, María Amparo Casar es la presidenta de Mexicanos contra la Corrupción cuyas investigaciones han puesto al descubierto la corrupción del este gobierno. Liópez Obrador detesta el trabajo serio, profesional y riguroso de Mexicanos…, lo pone fuera de sí, incluso diría Gilga que el Presidente pierde los estribos, en el caso de que los tuviera.

Reacciones

El resultado de este abuso de poder debió enloquecer a Liópez. Una gigantesca ola de apoyo y solidaridad a María Amparo Casar exhibió el capricho, la insidia y la vileza con que ordenan los jefes del Palacio Nacional. Salvo los órganos oficiales del gobierno, todos sabemos cuáles son y los dineros que se embolsan, la rara flor de la unanimidad coincidió en que el Presidente abusaba de sus poderes, pisoteaba la legalidad y daba rienda suelta a sus empleados para repetir la injuria.

Gil sabe que con María Amparo Casar estamos ante un caso extremo, pero no es la primera vez que el presidente acude a la maldad de exhibir vidas privadas: le ocurrió a Lorenzo Córdova, a Carlos Loret, a Joaquín López Dóriga. Se ha obsesionado con Héctor Aguilar y Enrique Krauze, amenazó sin mucho velo a Guillermo Sheridan, le importó un cacahuate que atentaran contra la vida de Ciro Gómez Leyva, a Azucena Uresti quiso descalificarla con el habitual sello misógino de la casa. La muy larga lista en realidad muestra una ofensiva permanente contra los periodistas, informadores, ensayistas que no se doblan ante el autoritarismo presidencial.

No deja de ser un azar revelador que este episodio de mendacidades e infamias ocurriera a unos pasos del día de la libertad de expresión. La mañanera ha sido desde el primer día un ataque contra esa libertad. Según Gamés esa es la definición más exacta de las conferencias (por llamarlas de algún modo) matutinas: destruir sin pausa la libertad de expresión. El Presidente no lo ha logrado. La crítica ha resistido.

INAI

Gil leyó en X un mensaje de Adrián Alcalá, Comisionado presidente del INAI: “Condeno enérgicamente la filtración de datos personales que se ha realizado a través del portal del Gobierno. En una democracia, esto representa un ataque a la libertad de expresión”. Por eso Liópez odia a los organismos autónomos y pretende desaparecerlos, no sólo son un contrapeso sino instituciones capaces de pedir cuentas, incluso o empezando por el Presidente de México.

Gil lo leyó en una nota Pedro Villa y Caña en El Universal: “El INAI anunció una investigación de oficio por la divulgación de datos personales que ayer hizo Presidencia de la República en el caso Márquez Padilla”. En el comunicado, el organismo autónomo señaló que, de acuerdo con la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados (LGPDPPSO), la Presidencia de la República es responsable de proteger los datos personales que posee y trata en el ejercicio de sus atribuciones, y está obligada a cumplir con los principios, deberes y obligaciones, previstos en la normatividad.

El Instituto advirtió que los documentos publicados por Presidencia de la República “contienen datos de personas relacionadas por vínculos de parentesco, que identifican o hacen identificables a diferentes personas físicas, por lo que presume la existencia de incumplimientos a la ley”.

Todo es muy raro, caracho, como diría Schopenhauer: “La injuria es una calumnia abreviada”. 

Gil s’en va


  • Gil Gamés
  • gil.games@milenio.com
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
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