El día viernes 5 de febrero se ha marcado un hito fundamental para México y el sistema de salud público, pues se ha concluido un proceso de licitación transparente y competitivo para el abastecimiento de medicamentos 2021, que ha permitido una amplia participación de varios proveedores de México y de muchos países en el mundo.
El evento ha mostrado la confianza que el mercado ha dado al proceso internacional conducido, y ha revelado que las reglas para hacer las cosas bien son pocas pero claras y transparentes. Me siento personalmente honrado de haber presenciado tal certeza y resultados concretos.
Como siempre, hay que acompañar las palabras con los hechos, y estos son que casi el 90% de los medicamentos licitados recibieron ofertas, para un total de 2,563 ofertas presentadas por 171 empresas de 17 países, siendo México el más representativo en licitantes con un 78%; así mismo del extranjero participaron países como Argentina, Brasil, USA, Francia, Alemania, Reino Unido, y España. Estos números demuestran que hay competencia abierta, que hay interés y voluntad de los proveedores en cotizar a precios justos y respetando la calidad.
El hito del 5 de febrero no es un punto de llegada sino de inicio, y se retroalimenta de varios sucesos, pequeños éxitos, algunos tropiezos y sobre todo de avances continuos hacia contribuir al abasto de medicamentos críticos y de material de curación, en beneficio de la población mexicana que más lo necesita. Gracias a los procesos de negociaciones conducidos y a las licitaciones abreviadas realizados por UNOPS hacia finales del 2020, en enero se han empezado a entregar dosis de medicamentos en todo el territorio nacional.
Algunas cifras reflejan esta positiva realidad. A la fecha se han empezado a entregar al INSABI 88,926 dosis de 24 medicamentos oncológicos por valor de MXN 349,317,420; así mismo se está gestionando de manera conjunta a los proveedores la entrega de 58,000 dosis de otras especialidades en las próximas semanas, para continuar con la distribución escalonada de medicamentos y materiales de curación.
Es necesario resaltar que todo esto no hubiera podido pasar, sin el compromiso de todas las partes que deben contribuir con sus obligaciones, derechos, conocimientos, atribuciones, mística y pasión.
Quisiera simplemente llamarla responsabilidad colectiva que está en la base de cualquier sociedad seria, que se ocupa y preocupa por el bienestar de su gente y por el desarrollo humano integral. Sería largo enunciar todas las entidades que participan para lograr estos resultados, pero las categorías son claras y representan un sector público que vela por el bien común y actúa como normador de políticas y un sector privado que aporta sus conocimientos y avances industriales.
Como decía, el proceso está en evolución y debe alimentarse continuamente no solamente de las lecciones aprendidas que se evidencian en los diferentes ejercicios, sino también de la información que las partes aportan. Hace poco he tenido la gran oportunidad de reunirme con el sector de la industria farmacéutica mexicana, y he aprendido que esa responsabilidad colectiva pasa por varios aspectos que son importantes en la cadena de suministro de los medicamentos, y sobretodo para la compra consolidada multianual que comenzará en mayo para evitar desabastos y garantizar los medicamentos en 2022-2024.
La planificación será fundamental para permitir al sector farmacéutico programar con tiempo su producción y permitir precios más competitivos. Asimismo será fundamental asegurar la certeza en las cantidades requeridas de medicamentos, lo que va en beneficio de un sistema más previsible y un aseguramiento del abasto más continuo y seguro. Finalmente, es necesario también que el sistema de pagos sea igualmente sólido y que se aseguren pagos a tiempos a los proveedores lo que reduce riesgos financieros y precios más altos. Estas y otras mejoras estoy seguro que las podemos lograr con el compromiso de todas las partes.
Giuseppe Mancinelli, director regional adjunto UNOPS