El horror y la tensión en las alturas se han trabajado varias veces en el cine. Hay innumerables ejemplos de que el avión en sí demostró ser el escenario adecuado para trabajar el suspenso en historias claustrofóbicas, que mezclan el misterio de casos aparentemente sin resolver. En “7500”, una película protagonizada por Joseph Gordon-Levitt que llega directamente a Amazon Prime Video, la tensión se ve guiada nuevamente por la inmediatez de una situación dramática, en este caso, un intento de robar el avión que sale de Berlín hacia París.
Gordon-Levitt es Tobías, el copiloto que nos transporta para secuestrar terroristas con gran precisión. Su actuación trae toda la angustia y el miedo debido a la situación inesperada y también es el foco principal del director Patrick Vollrath: en lugar de impregnar el avión en su conjunto, nos muestra sólo un vistazo de lo que sucede fuera de la cabina principal a través de la cámara de seguridad interna. Tobías no es exactamente la guía del espectador para toda la situación, ya que no es más que una de las víctimas de este intento aterrador. Sin embargo, él es el único personaje que toma las decisiones allí, alternando entre los más difíciles y dolorosos como ser humano y aquellos que ya estaba preparado para tomar profesionalmente.
En lugar de detallar todo el pánico de los pasajeros que se encuentran atrapados en una situación de escape imposible, Vollrath está atento a la sensación “exclusiva” que puede traer cuando dispara un solo ambiente en todo momento. La cabina en la que se encuentra Tobías es extremadamente pequeña, lo que inevitablemente trae la sensación de claustrofobia, pero el protagonista también se encuentra dentro de un laberinto. Su laberinto es mental y extremadamente desagradable de seguir, ya que no hay salidas fáciles: vea la situación más tensa de la película, cuando Tobías necesita decidir entre abrir su compartimento para los secuestradores o ver morir a un pasajero.
Es en situaciones de terror psicológico puro que “7500” gana impulso, además de ser al menos una opción interesante, que el cineasta prioriza la apariencia de un copiloto en una película con un tema tan delicado. “7500” es una película más interesante cuando analizamos algunos problemas específicos, como la claustrofobia que transmite el protagonista o su incapacidad para ayudar a un rehén a manos de terroristas en contraste con la posibilidad de salvar a cientos. Sin embargo, el escenario completo no trae la misma complejidad.