Uno de los sectores que se vislumbran con un gran potencial para los nuevos empleos es el del medio ambiente. Debido a la urgencia de rectificar rumbos para enfrentar el cambio climático, el calentamiento global y los daños ocasionados al planeta, hay un auge para los denominados empleos verdes que están creciendo a un ritmo importante. En el informe sobre el futuro del empleo 2023, el Foro Económico Mundial estimó que para 2030 se podrían generar 30 millones de empleos verdes en la producción de energía limpia, eficiencia y tecnologías de bajas emisiones.
Las energías renovables, limpias, la gestión de los recursos naturales, y las tecnologías que contribuyan al desarrollo sostenible se han vuelto una necesidad imperiosa y se posicionan como un sector que captará millonarias inversiones y que, por lo tanto, generará una demanda importante de profesionales de distintos campos. Sólo en el sector energético, en los siguientes seis años se estima una necesidad de ocho millones de nuevos puestos de trabajo a nivel mundial.
En los estudios que realizan organismos como el Foro Económico Mundial sobre los empleos del futuro siempre aparecen los especialistas en sostenibilidad ambiental, en energías renovables y los expertos en tecnologías aplicadas al cuidado ambiental y al mejor aprovechamiento de los recursos. Ingenieros en tecnologías, ambientalistas, ecologistas, físicos, químicos y biólogos, entre otros, forman parte del conjunto de profesionales con conocimientos y habilidades altamente demandados para los empleos verdes. Y esto incluye, desde luego, a las nuevas carreras especializadas que se forman fusionando distintos campos como la mecatrónica, la electrotecnología, y una creciente lista.
Sabemos que el mundo se mueve hacia la digitalización, la ciencia de datos, la inteligencia artificial y en general hacia la tecnología aplicada a distintos campos de la vida humana, lo que genera un crecimiento notable en la demanda de nuevos empleos. En la medida en que algunos trabajos son reemplazados por la tecnología, aparecen nuevos puestos con demandas especializadas que requieren conocimiento, habilidades y una extraordinaria capacidad de adaptación. Aprender a aprender, a innovar y ser creativos en todo momento, ya no representan algo excepcional sino que es la regla para un mercado laboral cambiante.
Ante este panorama, uno de los sectores que se ven desafiados es el universitario: es tiempo de formar profesionales que atiendan las nuevas necesidades y que se formen en un alto grado de especialización con una base sólida que les permita aprender y reinventarse en forma rápida. Y en este reto hay que pensar en los empleos verdes, en la economía circular, en las tecnologías aplicadas a la sostenibilidad, en las energías renovables y en las formas de aprovechar mejor lo que tenemos. Si algo sabemos con certeza es que el mercado del trabajo está cambiando rápido, que algunos puestos desaparecerán, otros novedosos están apareciendo, y que debemos estar preparados.