Otra vez estoy hablando sobre nostalgia

Ciudad de México /

La nostalgia se desprende de la mañana hacia mí y al fondo de una cafetería quedo sumergido en paisajes antiguos. Algo relacionado con luz sobre pasto, olor a eucalipto, gato negro ocultándose entre las piedras y el cemento. Algo relacionado con pasado y tristeza. Con estar desprotegido.

Busco trazar vínculos. Formas de coincidencias. Construir sensaciones de certeza sobre inestables posibilidades de librar el absurdo, contener el derrumbe, contradecir el vacío.

Se sabe: Lo mío es buscar formas de belleza a través del diarismo.

Se sabe: Lo mío es disgustar a sordos periodistas imbéciles con íntimas poéticas sobre sonidos.

Antes la duda no existía en mi sangre. Salía hacia el mundo completo y brillaba. El tiempo me ha hecho daño. Desgaste, decrepitud, abulia. Algo relacionado con quietud, violencia y cansancio.

Pero contra la brutalidad sólo tengo la infancia. Mi infancia. Combato la deshumanización con recuerdos sobre el niño que fui. La amargura me es soportable únicamente si luego escribo sobre el día en que papá me enseñó a jugar ajedrez. Y ahí, en mis recuerdos, el ajedrez sobresale como obsesión recurrente de mi pasado que termina por filtrarse en mi presente de maneras desconcertantes, como, por ejemplo, espejear las formas de este México brutal en el planteamiento de un Gambito de Rey y la siniestra condena de tener que jugar 1.- e4-e5 2.- f4 (matar o morir) siempre.

De pronto me invade un pensamiento aterrador: en esta cafetería colapso. Ya nunca voy a salir de aquí. Los acontecimientos comienzan a repetirse (pero ahora desde la noche) y el terror se disuelve en luz sobre pasto, olor a eucalipto,  gato negro ocultándose entre las piedras y el cemento.

Busco trazar vínculos. Formas de coincidencias. Construir sensaciones de certeza sobre inestables posibilidades de librar el absurdo, contener el derrumbe, contradecir el vacío.  

Se sabe: Lo mío es buscar formas de belleza a través del diarismo.

Se sabe: Lo mío es disgustar a sordos periodistas imbéciles con íntimas poéticas sobre sonidos.

Este es el final. Está bien.

Y otra vez estoy hablando sobre nostalgia. 

Hugo Roca

  • Hugo Roca Joglar
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.