Una rosa

Ciudad de México /

Aveces es tan cansado ser cuerpo. Sentir que mi vínculo más sólido con la vida es la piel. Descubrir este nuevo pliegue en el ombligo y leerlo como metáfora de oxidación y olvido. 

Bueno, ya, deja ir tu dramático patrón obsesivo. 

Del cansancio a la angustia solo hay un paso, pero un susurro en mi interior insiste en que respire.

Pon música, cierra los ojos y piensa en Nepantla. 

Los pensamientos de Nepantla me regresan a mis 23 años. Dejé la casa familiar en Coyoacán para vivir solo en el campo. Eso cambió para siempre mi acercamiento hacia la noche. 

Ya has repetido hasta vaciar de significado todo ese rollo sobre el influjo de la poética nocturna en tus nervios. 

Mi susurro interior a veces es cruel, pero está bien: Debo soportarlo. 

Lo que ahora importa es lo otro, ¿no crees?

Lo otro: asfixia y turbidez. 

Madrugada de sábado. 

Lo otro: enfermedad y derrumbe. 

Una idea vaga de hervir jengibre. No puedo moverme. 

No me digas que otra vez estás llorando. 

Lo otro: pánico y ansiedad.. 

Creo que tú y el agua están envueltos en una relación problemática. 

Sea como sea, debo comenzar a sanar. 

Lo otro: Solitud y desesperanza.

¿Ahora cuál va a ser tu solución desesperada?

Pues resulta que por primera vez en mi vida siento avidez de abrirme hacia dioses. 

Pienso en Jano, dios de las puertas. Pero en Ciudad de México ahora no puede servirme de mucho un juego de llaves, exploración y hallazgo. Estoy aún demasiado lejos de poder encontrar algo. Necesito algo más inmediato.

Pienso en Euterpe, diosa de la música, y me sumerjo en sus representaciones. 

¿Por qué todos tus problemas quieres resolverlos con sonidos?

Porque son invisibles, porque sin que podamos controlarlo nos transportan hacia atmósferas de intimidades distintas, porque nunca he sentido un vínculo más directo con lo inexplicable que el del canto. 

Pienso en Calíope, diosa de las voces, y me detengo en una canción que para mí resulta nueva: Una rosa de Xenia Rubinos, y entonces la respuesta la recibo de inmediato: 

Necesito volverme a formar, esta vez sin miedo, lejos de la mentira, abierto hacia un nuevo nacimiento.

Hugo Roca Joglar

  • Hugo Roca Joglar
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