Brexit: ¿qué sigue?

Lo que comenzó como el triunfo de la mayoría en un referéndum, se está convirtiendo en un laberinto que coloca a Gran Bretaña en una situación compleja, de cara a la fecha de compromiso con la Unión Europea de comenzar el proceso de separación, que es el próximo 29 de marzo.
El proceso, accidentado y por supuesto cuestionado, había venido avanzando. La Primera Ministra Theresa May incluso logró alcanzar un acuerdo con Bruselas, una aduana que se veía complicada, pero que finalmente puso pasar. Y fue en esta semana cuando el problema se presentó en casa: el Parlamento británico rechazó por una rotunda mayoría la propuesta presentada por el gobierno.
Ahora, el Reino Unido atraviesa serios problemas, porque por una parte ha escalado la crisis política, con un gobierno que ha perdido credibilidad; y por otro una Unión Europea que comenzará a presionar para que se defina el modo en el que se cumplirá el proceso de salida, en donde incluso se puede dar el escenario de que se realice sin acuerdo alguno.
Fue el 23 de junio de 2016 cuando se realizó la consulta, y donde con un pequeño margen las urnas ordenaron que se terminaba la permanencia del Reino Unido con la Unión Europea.
Ahora, ante esta situación, hay voces que incluso proponen se vuelva a realizar un referéndum para decidir si se retiran o se quedan en la UE. Idea que en este momento podría representar un enorme riesgo, porque ya quedo claro en la práctica que este tipo de procesos no puede decidirse sin elementos ni conocimientos serios de sus repercusiones.
Resulta verdaderamente lamentable que lo que inició como un ejercicio democrático, haya llevado al Reino Unido a una posición en donde la realidad de la economía y de la política demuestran que no basta el respaldo popular para tomar decisiones de Estado, ¿no cree Usted?