El pasado 6 de junio 2021 se convocó a elecciones y para el lunes 7 de junio, despertamos con la noticia de que, seis de las 15 gubernaturas contendientes están ahora, lideradas por mujeres, información del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP).
A estas mujeres que ya se ostentan como gobernadoras electas, habría que sumar las administraciones actuales de Claudia Sheinbaum, en la Ciudad de México y de Claudia Pavlovich, en Sonora.
Las ganadoras de esta elección, me gustaría reflexionar ¿ganaron por la simpatía, propuestas o resultados en sus cargos anteriores? O ¿es que México ya está listo para ir incorporando más fuerza del sexo femenino en posiciones de gobierno?
Y es que estados como Tlaxcala, Guerrero, Colima, Chihuahua, Chihuahua, Baja California ahora serán gobernados por mujeres que, al ser elegidas, tendrán el máximo cargo estatal en materia ejecutiva, sumando con esto 8 mujeres con una participación del 40% de los estados dirigidos, cifra histórica y relevante por demás.
Así que luego de estos datos informativos, me gustaría que nos aventuraremos a analizar algunas ventajas respecto a que una mujer tenga a su cargo posiciones de decisión o poder, específicamente en posiciones de gobierno:
Por ejemplo, países dirigidos por mandatarias como Nueva Zelanda, Islandia, Alemania, y Dinamarca, y algunos más, han sido admirados por prácticas que han sido efectivas en el manejo de la pandemia COVID-19, algo que es significativo si se considera que menos del 10% de todas las naciones del mundo están encabezadas por mujeres.
Temas interesantes dirigidos por mujeres y que respaldan según el más reciente Mapa de las Mujeres en el Poder de la Unión Interparlamentaria y ONU mujeres, la mujeres dirigen con bastante las siguientes áreas:
Familia, niños, jóvenes, adultos mayores y discapacitados, Problemas sociales, Medio ambiente, recursos naturales, energía, Trabajo y educación, Igualdad de género y cuestiones de mujeres, lo que deja de manifiesto su sensibilidad y compasión (hablando de que la compasión es la respuesta activa para la ayuda inmediata y necesaria), atención en los detalles y capacidad de análisis sobresaliente.
Digno de reconocer es el reconocimiento internacional de como las mujeres en posiciones de poder y dirección política, respondieron a.
A la pandemia, entre los que destacan: medidas inmediatas para proteger a su gente, que abarcaron desde cuestiones como la declaratoria anticipada a el confinamiento, rastreo de casos y el evidente control de fronteras con apenas pocos casos de COVID-19, también resaltar una comunicación clara, precisa y constante con los ciudadanos, que se dio en ocasiones con datos y conferencias de prensa exclusivas para personas de la tercera edad y niños, la implementación de test para la población y el empleo de herramientas tecnológicas, así como las alianzas con influencers de medios y redes para promover los buenos hábitos de higiene.
“Lo que hacemos las mujeres es priorizar a aquellos que son más vulnerables y me parece que estas jefas de Estado han demostrado una gran determinación, son mujeres valientes, son mujeres inteligentes que no solamente han llegado a un cargo público si no que han demostrado un gran liderazgo, y que han logrado que su población siga los consejos del Gobierno”.
Citando a Gabriela Cuevas (diputada federal) en alusión a lo anterior.
Cada vez menos en México disminuye el cuestionamiento o la duda natural de las personas sobre la capacidad o el merecimiento de mujeres en cargos públicos, a pesar de que esos escaños antes reservados a hombres en su mayoría, hoy a fuerza de una impresionante demostración de capacidad de parte de las mujeres, donde su compromiso, integridad, incorruptibilidad mostrada ganada a pulso es de reconocer y admirarse, incluso a esto sumado el poco disfrute de las mujeres en estos puestos, pues su alta responsabilidad y el demostrar en un tiempo menor que los hombres sus capacidades y habilidades.
Dado lo anterior, no solo digo que estamos listos en el país para que las mujeres sigan asumiendo posiciones en el gobierno, puestos públicos y funcionarios, sino totalmente obligados a exigir, promover y apoyar a las mujeres en que asuman estos lugares de decisión a fin de mejorar la calidad de vida.