El regreso de la NFL marcará la prueba de fuego para el retorno del deporte profesional a la normalidad.
Entre los muchos retos se encuentran la poca distancia entre jugadores en la línea de golpeo, el constante contacto en el tacleo y las pruebas y logística que implican planteles de 53 profesionales más entrenadores.
Además, algunos estadios sí tendrán aficionados, aunque su capacidad estará limitada y a diferencia de la NBA no se tendrá una burbuja que proteja a los atletas y medios que cubran partidos, ya sean al aire libre o en domos.
Ante todo esto, el gran reto a vencer será el posible rebrote de la pandemia en otoño.
A pesar de ello, los números no mienten y la Liga más potente de Estados Unidos nunca se planteó parar por el coronavirus, solo 67 de sus jugadores decidieron ejercer la alternativa abierta de tomarse un año sabático y cobrar los 350 mil dólares por esa opción.
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