Notabilísimo y grandioso el esfuerzo el de la ministra Piña por ser el gran símbolo de la oposición: sola con su soledad reapareció en un acto acompañada de medio puñado de personas. Y un poco triste, ojerosa, cansada y sin ilusiones, todavía se quejó de que nadie se quisiera tomar la foto, ni siquiera la vocera del Poder perjudicial, la señora Aguayo, presidenta de su club de fans. Ni la Micha, ni Derechairistegui, ni Alititito Moreno ni Markitito Cortés, sus aplaudidores, no se vale, bola de malagradecidos. ¿Dónde están las fuerzas vivas del derechairismo nacional que antes la aplaudían y la colmaban de loas y aplausos?
A lo mejor estaban un poco ocupados celebrando el seudo reportaje del trumpizado New York Times, donde se asombran de un laboratorio de fentanilo en México y se olvidaron casualmente de los varios laboratorios que fueron encontrados en Canadá. Quiénes les habrán enseñado periodismo, ¿Loret Montajes, Pedro Ferriz y la Pagés que habrá de otorgarle su premio lo más pronto posible al NYT?
Cómo quiera que sea, hay que reconocer que la oposición tiene que agarrarse de lo que sea para tener una pequeña alegría. Claro, mientras esperan el llamado de Mr. Donald para que se pongan el uniforme de marines y salir a tomar la Feria de Chapultepec.
Bueno, podría ser que el sector opositors no fue a apoyar a la ministra Piña debido porque andan en la loca haciendo sus partiditos de 18 personas y luego están muy apurados tratando de imponer su discurso un poquito manido de que esto es una dictadura, que no hay libertad de expresión y que el oro de Moscú tiene dominada a la Cuatroté para que bailen katachó al ritmo del papel del trabajo en la transformación del mono en hombre. El comunismo está a la vuelta de esquina y les va a arrebatar sus bienes a todas las buenas conciencias fifís y recontrafifís. Sin olvidar que todos los que no comparten sus delirios voxistas están vendidos o son sheinbaumzombis o son una bola de nacos. Ya ven que casi no se les da el clasismo a lo Laura Zapata con Alazraki incluido. La gente bonita suele ser muy fea.
Lo malo es que cuentan de una manera sus histerias que hasta parece que se las escriiben entre Krauze, la Dresser y Francisco Martín Moreno.
A lo mejor a los beneméritos miembros de la Loca Academia de Miramones, les podría ir un poco mejor si se escondieran sus playeras de “All you need is Trump” y la de “Netanyahu, hazme un hijo, pero sin el hijo”.
Se van a quedar más solo que la ministra.