Un gran esfuerzo el del sector opositors para que la presidenta se deslinde de López Obrador, pues se considera de una manera un poquito misógina y machista que el dictador macuspánico es el que controla todo. El nuevo gobierno sigue sus instrucciones hasta cuando se tiene que decidir si se compran bolillos o tortillas y si se defiende la soberanía o se deja que Ken Salazar siga haciendo su papel de Woody de la diplomacia gritando “¡AMLO envenenó el abrevadero!” y “¡Hay una Cuatroté en mi bota!”.
Bueno, cómo estará la cosa que el Departamento de Estado le dio una corregidita al embajador asegurando que se ha trabajado bien con el gobierno mexicano. A lo mejor a Kenny le cayó La venganza de Moctezuma.
El resentimiento de los opositores no los deja comprender lo que es el Segundo piso de la Cuarta Transformación. Cambiarán el estilo y las formas entre AMLO y Sheinbaum, pero el proyecto social es el mismo. Para que entiendan en el PRIAN, en los tiempos de la Dictadura perfecta cambiaron los presidentes en turno (cada cual con sus patologías), pero se mantuvo el mismo proyecto neoliberal medio sociópata. Cada cual apoyó la causa neoliberal en todas sus vertientes antisociales, mientras gobernaban desde sus propios apetitos.
Si lo que la oposición ultraderechaira busca que la Presidenta sea complaciente con la Coparmex y la machuchonería para que sigan medrando, los va a agarrar la Navidad del año 3 mil. El proyecto de la Cuatroté es un muy diferente al que defienden Brozo, Loret, Krauze y derechairistegui.
Lo bueno es que hay resiliencia en el PRIAN, y ahí está Markitititititito 2, Jorge Romero, que casi con lágrimas en los ojos asegura que no lo iban a doblar desde la Mañanera del pueblo, en lo que llegan los marines de Trump. No se rían.
Esto solo se puede comparar con quienes gritaban con histeria que corrieran a Rosario Piedra de la CNDH, como Alazraki con su habitual discurso pelafustán, patanesco, ordinario, vulgar y cursi. Y ahí les falló la jugada: Si la odian el Charly y sus paleros de Alazraki, doña Rosario debe tener algo bueno.
Gracias a la periodista Nancy Flores, se entiende más la situación: a los opositores como Amparito Casar y Claudio XXX les interesa la CNDH no porque les preocupen los derechos humanos, sino porque “la CNDH está facultada para presentar controversias constitucionales (y ya perdieron la Corte)”. ¡Ah lángaros!
Rosario Ibarra, eso sí, está obligada a mejorar en un chorromil por ciento a la CNDH.