¡Bellaco, bellaco!

Ciudad de México /

Bellacos, bellacas, bellaques, bellaquix todos. Con justa razón están llorando en La Llorería la derechairiza en éxtasis encabezada por Claudio XXX, Adela Micha, la estudiantina Paleros de Alazraki y un puñado de damnificados de la reforma al Poder Perjudicial. Y sobre todo de manera un poquito hipócrita, simplemente hipócrita, como cantaría Antonio Badú, se ceban sobre los Yunes acusándolos de todo, pero olvidando que quienes metieron a esos diablos en el convento del PRIANChu fueron los prianchuchistas mismos. O sea, ahora resulta que son ingenuos y que se sienten traicionados como si no supieran quiénes son y cómo operan los Yunes.

Del otro lado, entre los progres buenaondita, en vez de valorar la ironía de que los Yunes corruptos y nepotistas con su voto contribuyen al Poder Perjudicial que es nepotista y corrupto, se están dando baños de pureza, escandalizados porque Morena recurrió a los Yunes para desayunarse al sector opositors. Todo como si se pudiera competir de manera virtuosa y ética con una oposición que es un costal de mañas, marrullerías, manipulaciones, perradas, fake news, vistimisación y violencia, apoyada por los poderes fácticos.

Si a través de los Yunes se alcanzó el objetivo superior de la reforma al Poder Perjudicial, con todo lo que eso significa, está chiroliro. ¿O cómo le hubieras explicado a los mexicanos que votaron para conseguir esa reforma, que nomás no se logró por un prurito moralino? Nada más de ver los videos de esos compatriotas que celebraron con entusiasmo el triunfo en el Senado, a pesar de las hordas de orcos piñistas que ahí se desataron, sabes que valió la pena. 

Y lo reconfirma la dicha inicua de contemplar las caritas tristes de Amalia García, Riqui Riquín Peluquín (además le recordaron su apoyo a la reforma energética tracalera de Peña Nieto), Markititito Cortés (Vicente Vox le quiere dar golpe de Estado), Alititito Moreno (aunado a la tanda de derrotas que acumula, le arrebataron su perpetuación porfifirista en el PRI), los nepobabies políticos a los que hay que regresar a la secun, y los arrebatos cotorros de Kinky Téllez. Más ahora que su “¡Llámeme por mi nombre, bellaco!” le ha dado vida a un culebrón idílico vía memes pues muchos creen que, secretamente, Kinky está prendada del Noroñas.

No se puede vivir en el capitalismo salvaje con las reglas del comunismo primitivo.

Hay una incapacidad para disfrutar lo votado. A ver, canten conmigo, “Está triste la Piña, ¿qué tiene la Piña?”. 

  • Jairo Calixto Albarrán
  • jairo.calixto@milenio.com
  • Periodista producto de un extraño experimento cultural-social-educativo marxista, rockero, populachero, libresco y televisionudo / Escribe de lunes a viernes su columna "Política cero"
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