Debe ser muy frustrante para el derechairisteguismo y el lumpenderechairotariado que ninguno de sus vaticinios en su calidad de agoreros del desastre se hayan cumplido. López no se perpetuó en el poder, su dictadura fue tan rara que no reprimió, persiguió o desapareció a nadie e, incluso, quienes con no poca histeria gritan que no hay libertad de expresión, pudieron expresarse libremente, qué raro. Ni siquiera quienes se pusieron nivel Kinky Téllez, Xóchitl Gálvez y los Paleros de Alazraki sufrieron una terapia censora, aún y cuando se expresaron sobre la figura presidencial de manera patibularia, pelafustana y lépera. Es lo malo de la chumelización hernancortescentrista, clasista, narcisista, voxista. Me habría gustado ver que Brozo, el Trujillo ultraderechoso, el #SacoDePus y Loret #LordMontajes hubieran vomitado como vomitaron en este sexenio en los tiempos de mi licenciado Peña, CaldeRón, Zedillo o Salinas de Gortari… mínimo les hubieran aplicado una terapia de Tehuacán con chile piquín.
Claro, personajes como la Dresser y Kike Krauze, ni locos se habrían atrevido a hacer todos esos melodramas vistimizantes, chillones, atrabiliarios, pelangochos, apocalípticos y anticomunistas primitivos, de no haber tenido la certeza de que AMLO jamás los iba a pasar por el pocito.
Lo malo para la tropa loca de Claudio XXX González es que con todos los recursos a su disposición, el tsunami mediático, el apoyo del New York Times, la DEA, por fakenewseros fueron derrapando en el hoyo negro del desprestigio y la irrelevancia. Bueno, solo a la fifisauriza se le ocurre juntarse con Alititito Moreno, Markititito Cortés, Zambranititito y la ministra Piña. Solo el derechairismo sin atributos creyó que la gente iba a apoyar al Poder perjudicial.
O sea, con tanto furioso y feroz ataque, además de una pandemia pasmosa, cualquier otro se habría tambaleado y echado a correr. En cambio, Andrés Manuel, que deja un enorme legado estructural, social y emocional se va con un 80% de aprobación.
Y todavía algún medio quiso acusar a López Obrador de sátrapa y opulento porque en su casa tiene una protección de alambre de púas. Seguro tiene luz y agua caliente, ¡qué derroche y qué tirano!
Así, Claudia Sheinbaum llega a la presidencia para construir el segundo piso de la Cuarta Transformación. Y, como dice AMLO, junto a ella él es fresa. Con razón el derechairisteguismo y al lumpenderechairotariado no sienten lo duro, sino lo tupido.