Hay información que cura e información que te perturba. Esta supera cualquier fantasía animada de ayer y hoy: por medio de un voto extraño, Billboard declaró a Enrique Iglesias como el mayor artista latino de la historia. No su padre, que sería bastante debatible, sino este chico cuyos logros con muchos trabajos superan los de Carlos Lico y Pitbull. Esto solo puede ser comparado con Amaury Vergara que se atendió y superó el Covid con bebedizos de Omnilife, supongo que Chivacola tibia.
Esto, lo de Enrique Iglesias, solo puede tener una explicación: que la votación fue sancionada por el INE que al igual que en las elecciones en Coahuila e Hidalgo, simplemente no vio el bien organizado mapachaje tricolor que fue un muy bien orquestado ejercicio nostálgico de alquimia electoral, con acarreo, compra de votos y embarazo de urnas incluidos.
Eso sí, a diferencia del caso Iglesias en el que hubo una discreta reacción por parte de su fanaticada que estaba más asombrada que la fanaticada del General Cienfuegos que no sabía si azotarse por él o por mi licenciado Peña que ya siente peligros en el callejón, en lo del triunfo electoral del PRI se sumaron los fans del expresichente Jelipillo, FRENAAA y panistas que ya querían ponerse una playera que dijera “Alito, guapetón, ya te quiero en mi colchón”.
Está bien que a los ultraderechosos nada les funciona, y que entre los aburridos videos de Anaya y la patada en el trasero a México Libre, es difícil mantener contentos a los bots, jéiters y a los aficionados que exigen otra narcoguerra y más estafas de luz, pero ni eso explica la traición. A pesar de lo que digan los nostálgicos del prianismo, es muy probable que con el viejo aparato electoral del PRI que aún funciona, la ceguera selectiva del INE murayamesco, el guango triunfo se debió a la coreografía de los Moreira de la moreiriña a ritmo de chúntaro style, y a que Omar Fayad operó lo que tenía que operar con su look de bigotito a lo Freddie Mercury muy decadente.
Después de este jalón de greñas que lo puso en segundo lugar en entidades donde ni figuraba, Morena tiene que dejar de confiarse, tirar por la borda a los oportunistas, ponerle marcaje personal a los mapaches y verse en el espejo del PAN que cayó a 9 puntos abajo donde no hay más abajo.
¿No será que esto del PRI fue una cortina de humo para tapar el triunfo de Evo Morales en Bolivia?
Enrique Iglesias bailará chúntaro style.
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