Imperialismo trumpista

Ciudad de México /

Cabe aclarar para quienes tienen dudas de que el imperialismo yanqui no son los papás. Es que así como hay nostálgicos del führer a pesar de pertenecer al núcleo que solo por su color de piel estarían en la primera fila en un campo de concentración, y hay gente que acaba de salir de los márgenes de pobreza y comienza a sentirse parte de la fifisauriza, hay quienes tienen la peregrina idea de que la doctrina Monroe no existe, que es una metaficción, un mito genial como diría el viejo salinista Pedro Aspe sobre la pobreza.

Es interesante que quienes ejercen con desparpajo su clasismo, racismo y kukluxprianismo, estén viendo y no vean que el neoimperialismo trumpista hace de las suyas. A lo mejor se podía entender porque eran actos medio velados como sus apoyos a Milei para que este termine convirtiendo a Argentina en la bodega de triques de Estados Unidos. O cuando mi Donald amenazó con ir por el Polo Norte (seguramente quiere mandar a los del ICE a detener a ese Santa Claus, claramente un alien como tú que recorre la Gran Disneylandia impunemente sin pagar la visa dorada trumpista de un millón de dólares), y se la ha pasado generando escándalos por doquier. Su más reciente numerazo donde se esfuerza por exhibir su racismo contra los somalíes, generó brotes de racismo supremo tipo los paleros de Alazraki. Viejos cñores que creen que el futbol es tan complejo que a la niña indígena que ocupará el lugar de la presidenta en el Mundial, como debe ser muy ignara, le van a tener que explicar cómo funciona el deporte. Chale, deben ser de Piedradura.

Como quiera que sea, si los derechairos no quieren ver el nacimiento del imperialismo trumpista, es que están muy colonizados: Trump mandó a tomar por asalto un petrolero venezolano como le hacía Sir Walter Raleigh —el pirata de la Reina— a los galeones españoles que se robaban las riquezas que los nietos de Hernán Cortés se robaban de la Nueva España.

En una de esas en un futuro cercano no muy lejano, los gringos dejarán de hacer imperialistas a domicilio y con el manejo de nuevas tecnologías y potentísimos artefactos, los gringos podrían atracarse países enteros y llevarlos en las cercanías de sus costas para disponer de sus recursos naturales, drenarlos a profundidad y luego dejarlos a la deriva como desechos industriales.

Ya me imagino a nuestros vendepatrias de la Loka Academia de Miramones exigiendo un tratamiento así, en el mismo tonito que tiene María Corina Machado cuando le pide a Trump que invada Venezuela.

#NoMaMarx 


  • Jairo Calixto Albarrán
  • jairo.calixto@milenio.com
  • Periodista producto de un extraño experimento cultural-social-educativo marxista, rockero, populachero, libresco y televisionudo / Escribe de lunes a viernes su columna "Política cero"
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