John Kerry vino a deprimir al prianchuchismo

Ciudad de México /

Se me hace muy artero que el ex vicepresidente John Kerry haya declarado que “Veo sabiduría en liderazgo de AMLO, quiere promover intereses del pueblo”, solo para darle unos quemones bien sabrosos a la oposición. Justo cuando Ciro Murayamasamí sostenía que el pueblo no existe, que son los papás (es lo malo de solo leer a Martín Moreno y a Vicente Vox), Kerry habla sobre el pueblo de carne y hueso, realmente existente, que tiene urgencias y necesidades que desde la Estrella de la muerte del INE no saben mirar.

Y luego, nada más para hacer enojar al prianchuchismo rabioso y anticomunista, se refiere a AMLO como un líder sabio. Y justo cuando el Departamento de Estado de los Estados Unidos acababa de presentar un informe sobre México que parece inspirado en un periódico que empieza con R y termina con A, los tuits de Calderón, los arrebatos de Kinky Téllez y Markitititititito Cortés. Digo, era como hacerle caso a esas encuestas de 600 personas (seguro ubicadas en el eje Santa Fake-LasLomas-Polanco-Polanquito-DelValle) que dicen que la credibilidad de la Tremenda Korte ha subido desde que llegó la señora Piña que sí vende piñas. Claro, si yo fuera Cárdenas Palomino, la esposa de García Luna y Chayito Robles, sería mi heroína.

Ya cuando Kerry, en el mero Guelatao, afirmó que López Obrador busca corregir “los errores del pasado”, seguro que a Claudio XXX, Alitititito Moreno, Sandra Baticuevas y a Monreal les dio el soponcio y la chiripiorca por vía estomacal.

Los derechairos, que tienen sueños húmedos con una intervención yanqui, con toda seguridad se sintieron hasta traicionados como cuando Biden aterrizó en el AIFA y no le declaró la guerra a la Cuatroté.

A lo mejor por eso el sector opositors y derechairo mandó a Lorenzo Córdova en VTP financiado por el INE a recibir instrucciones con los maestros del golpe blando como el mugre de Almagro en la OEA –esa cosa tan fea—y al centro Woodrow Wilson que tanto se han esforzado por construir más y mejores formas del intervencionismo yanqui. Lamentablemente el Tatanka ya es un pato cojo a punto de quedarse sin chamba (aunque en la UNAM le guardaron el lugar de manera harto sospechosa, seguramente para formar a los nuevos cuadros políticos de lo muy poquitititititito que le queda al chuchismo perredista) y lo más seguro es que nada más le den patpatpat en la cabeza como a Chiflano Aureoles.

Kerry nada más vino a deprimir al prianchuchismo, no se vale.

  • Jairo Calixto Albarrán
  • jairo.calixto@milenio.com
  • Periodista producto de un extraño experimento cultural-social-educativo marxista, rockero, populachero, libresco y televisionudo / Escribe de lunes a viernes su columna "Política cero"
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