La derecha, premoderna y medieval

Ciudad de México /

La verdad sí me dio mucha risa que la fanaticada de la ministra Piña no creyera que su campeona fuera capaz de mandar bravos whatsapps contra el senador Armenta. O sea, nada más por la voluntad de la gentil dama para torcer el espíritu de las leyes (Montesquieu dixit), tanto o más como retuerce la cara del ministro Javier Laynez Potisek cuando le hablan de la cuatroté, era lógico que la señora Piña —que tiene mañas que no son de niña— soltara unos emoticones del terror.

Y luego la vistimización de la Tremenda Corte, fue más ridi todavía.

Así como se ve, el sector opositors va directito al iceberg por su nula comprensión de lectura del momento político que se está viviendo. Mientras cometen errores garrafales que ni el profesor Jirafales cometería, comprometen su cursi misión de acabar con la dictadura macuspánica.

Increíble que el mirrey Claudio XXX permitiera que sus candidatos, Kinky Téllez y Santiago Creel, se confrontaran en un remedo de debate con un payaso que, dada su naturaleza porril y regañona, desprestigia a los payasos. Parece que la idea era que la señora Téllez mostrara todo su arsenal de arrebatos para pelusear, exhibir y menospreciar a mi Santi. Eso y apuntalar los delirios de la Téllez de que merece la candidatura solo por su antinatural acumulación de osos, saltándose todos filtros democráticos que se supone debería de tener el PRIANChu. Se diría que esta pelea estaba más arreglada que las del Canelo, donde Brozo, el Trujillo tenebroso, fue el Ana Paula Ordorica de la Lilly.

Si Santiago PRIL no fuera tan tibio, tendría que reclamarle airadamente esa afrenta al de los pelos verdes como hace a cada rato con López Obrador. Lo que parecía ser una terapia de pareja, se convirtió en una emboscada. Por lo menos el Señor de los casinos le hubiera recordado lo de la niña Paulette, el autoatentado, los panchos en el Senado y, sobre todo, que si no fuera por AMLO ella no hubiera ganado ni para la Flor más bella del ejido.

En materia de autoatentados lo de Alejandra del Moral supera cualquier fantasía: de por sí le va del nabo o lo único que se le ocurre es pedirle apoyo a Margarita Zavala, al ritmo de “Si me he de hundir, que sea como el Titanic”.

Esa es la base ideológica de Claudio XXX que emitió un tuit voxista-yunquista-kukluxpanista donde rebasa por la ultraderecha al cristero Verástegui. Algo que solo se equipara con Sandra Cuevas apoyando al América, instalada en el “Ódiame más”.

La derecha moderna será medieval o no será.


  • Jairo Calixto Albarrán
  • jairo.calixto@milenio.com
  • Periodista producto de un extraño experimento cultural-social-educativo marxista, rockero, populachero, libresco y televisionudo / Escribe de lunes a viernes su columna "Política cero"
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.