Las viudas de don Genaro

Ciudad de México /

Veo a las viudas de García Luna Productions tan enardecidas y entusiasmadas en convertir al juicio en su contra en una especie de persecución política contra uno de los héroes que nos dieron patria. Bueno, nada más les falta ponerse playeras de ”García Luna no se toca” y “¡Genaro, hazme un hijo!”. No asombra, pues se sabe que los caminos retorcidos del placer no son los que uno pensaba, pero sí se ve un fanatismo pudibundo que solo superan las fuerzas vivas de la onda calderónica (que deben ser como 18 personas, sin contar a las fotocopias de Margarita) que frente a Jelipillo sí experimentan —y ahí pueden ver sus tuits que rozan el erotismo pando—una especie de excitación que solo despiertan las películas de ficheras.

Si uno ve los comentarios de ciertos moneros, escritorzuelos y panistas adictos, cualquiera diría que no adoran a Jelipillo sino a Bad Bunny. Cada quién sus calambres, pero estas perversiones no las tenía ni el Marqués de Sade.

Esto lo explican el humanismo notorio y voxista de Calderón con su lógica de “Abrazos ni madres” y “Balazos y más balazos”, sino por la manera en que de buena fe le encargó la seguridad del país a su compadre, García Luna Productions, un ser bueno, santo y probo. Tanto, que hay gente malvada que sostiene que el apoyo a don Genaro no es desinteresado, sino que en realidad sus apoyadores esperan que les caiga algo de los 700 mdd que amasó no por transa sino tejiendo chambritas.

De hecho, me informan mis fuentes brotantes que Calderón, en sus afanes por rendirle homenaje a su narcoguerra, busca recuperar esa lana de su carnalito para que con una pequeña ayuda de Claudio XXX, los Paleros de Alazraki, los Paleros de Cheridam, Krauze & friends y Kinky Téllez y Brozo & Loret, pueda mandar con todo y moño unos tanques Leopard a Ucrania y contribuir a la Tercera Guerra Mundial.

Algo comparable con ese gran equipo compuesto por el inge Cárdenas, Labastida, Pepito Narro, Diego Valadés, Barnés De Castro, entre otros grandes campeones de la tolerancia, la democracia y la lucha social, que casi ni están chamuscados y que buscan acabar con la terrible dictadura macuspánica. Lo bueno es que casi ni echan polilla.

Gente del nivel de los neoporfiristas Lorenzo y Cirito que, además de asegurar con la humildad que los caracteriza que en el ADN de los mexicanos no hay vocación democrática, buscan acabar con el Plan B para asegurar que existan más módulos del INE que OXXOs y Casas de Toño.


Jairo Calixto Albarrán

  • Jairo Calixto Albarrán
  • jairo.calixto@milenio.com
  • Periodista producto de un extraño experimento cultural-social-educativo marxista, rockero, populachero, libresco y televisionudo / Escribe de lunes a viernes su columna "Política cero"
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