Maloliente halitosis

Ciudad de México /

Se podría decir que los análisis políticos de la dotora Dresser, mejor conocida como la Guerrillera Trendy, son producto de una mente privilegiada. No solo es capaz de encontrar el hilo negro, sino también tiene la habilidad de nutrir sus lucubraciones con sabios homenajes a la Escuela de Frankfurt y a la estética de la Bauhaus, como ahora que redujo el triunfo electoral de la maestra Delfina en el estado de México a un asunto “maloliente”. Tanto título académico para llegar a una conclusión a la que casi no se le nota ni el clasismo ni la mamonería y que coincide plenamente con la lectura de Alito, Markito y Zambranito, Margarita y los calderones que han dictaminado de manera contundente e inobjetable: los mexicanos que votaron por Morena son fundamentalmente pendejos, nacos, zafios, burdos y antipatriotas, no necesariamente en ese orden.

Eso sí, llama la atención que con ese agudo olfato, Denise no haya detectado la galopante halitosis maloliente que espetan Alito, sus amiguis y Claudio XXX, el falso mesías neoliberal.

En ese mismo encantador y lúcido tenor tenemos a doña Kinky Téllez que, dotada de una inesperada morigeración, despojada de arcos y flechas, quiso demostrar que posee cierto sentido de realidad. Por eso, con la electrizante tranquilidad que la caracteriza, les dijo a sus compañeros de sector y de partido que no se hagan bueyes, que les dieron una recia y que, por favorcito, no quieran los del PRIANChu disfrazar una terrible derrota con un falso triunfo.

Nada más se escuchó que la Rabadán, que casi alegaba que ya ni les interesaba el Edomex, hizo ¡PLOP!, pobrecita. Más aún porque para la culta Lilly, la única que podía salvar a la oposición era la soldado Téllez.

Digo, que el ejercicio haya sido autocomplaciente y un poco egomaníaco espabiló a quienes se habían tragado completitas las cuentas alegres de los paleros de Alazraki. Y, por supuesto, despertó el apetito de poder de la señora Baticuevas quien, en una más de sus ejemplares demostraciones de buen gusto, anunció que quería ser la mera mera de la seguridad pública en la Ciudad de México. Y para reforzar sus aspiraciones, presentó un video practicando el tiro al blanco no con flechas ni con arquitos, sino con chico pistolón. Junto a ella, Bukele es un blando.

Una ley universal: La que primero lo huele, debajo lo tiene.

Marchelo se va a la campaña, se le agradece la chamba realizada. ¿Se habrá vacunado contra el kinkitellazo y el berdejazo azo azo?


  • Jairo Calixto Albarrán
  • jairo.calixto@milenio.com
  • Periodista producto de un extraño experimento cultural-social-educativo marxista, rockero, populachero, libresco y televisionudo / Escribe de lunes a viernes su columna "Política cero"
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