No puede ser tan admirable como divertido que la ministra Piña sea presa de tan profundas nostalgias como las de Kike Krauze por la dictadura perfecta y que según las malas lenguas haya propiciado, un homenaje al viejo Bronx priista en San Lázaro, pero esta vez en el Senado. Un ejercicio muy bonito que los operadores prianistas abrieran las puertas a un pelotón de lindas personitas un poquito alteradas de sus nervios, francamente desaforadas y con ojos de toro loco, para impedir la discusión sobre la reforma del Poder Perjudicial.
Como ya veían la derrota inminente, los piñalibers y xochiltjéiters armaron un muy bizarro show trumpista-piñista como en el Capitolio.
Un maravilloso espectáculo donde vimos shorar y shorar a Markititito Cortés, Alititito Moreno y Kinky Téllez al ritmo de ¿Qué será lo que tiene el Yunes?
Desde el Yunes Negro andaban como pollos sin cabeza buscando al senador Yunes Jr. que los había dejado en visto y al que andaban rastreando vía una Alerta Amber. Sabían que iba a dar su voto a Morena y ya se querían ir a Llorar a la llorería. Más cuando Yunes Linares entró en sustitución de su hijo y todo se convirtió para el sector opositors en un culebrón muy macizo. Markitito Cortés evocó cuando compartió con Yunes senior un cafecito lechero en La Parroquia. El veracruzano le espetó al panista que era un mediocre y un traidor que ni un voto le acarreó a la oposición. Los gritos y arañazos se pusieron más enjundiosos en la arena, que estaba de bote en bote, veía luchar a los ídolos y odiados de la afición.
Era muy estimulante ver que los Yunes, representantes del nepotismo y la corrupción, con su voto contribuirían a arrancar al Poder Perjudicial el nepotismo, la corrupción y el PRIvilegio de mandar. Para que la cuña apriete debe ser del mismo palo.
Previamente, los de MC (que ahora apoyan a los prianistas con los que intercambiaron fuertes sesiones de peluseo) a través de Álvarez Máynez la mentira de que su senador por Campeche había sido detenido y casi que torturado. Todo se desmintió y su bulo dejó a la banda de Dante Delgado en ridículo. Tanto como mi Tatankita Córdova y Cabeza de Vaca, la misma vaca, haciéndose las vístimas.
Lo malo fue cuando Sandra Baticuevas se puso peor que la linchadora panista Chuya Díaz y desprestigió a toda la derechariza en éxtasis.
El nuevo Bronx piñista bailaba aquello de ¿Qué será lo que tiene el Yunes?
Ya quisieran en La casa de los famosos este numerazo azo azo.