El Partido Acción Nacional tiene una verdadera vocación autodestructiva, en su afán por parecerse tanto al PRI para que no pueda engañarnos. Así, luego de hilvanar una larga y pesada lista de derrotas, que culminaron con la caída de la ministra Piña frente a la reforma al Poder Perjudicial, lo mejor que se les ocurrió fue relevar a sus liderazgos: sale Markititito Cortés y entra Markititito Cortés 2, o sea, Jorge Rohe que es el CEO del cártel inmobiliario del PAN y que llega para asegurar que el blanquiazulismo se derrape vertiginosamente en las profundidades del abismo político.
Es decir, PAN con lo mismo.
Aunque la intención es desmarcarse del PRI y recuperar el asquito que le solían tener a los choznos de don Plutarco, Jorgito será el Alititito Moreno de los blanquiazules.
En una muy desangelada elección interna, el PAN continuará la dirección marcada por sus asesores krauzistas que, en un homenaje al notabilísimo y sabio Georgie Boy Castañeda, se instalarán como siempre en el Go Negative. Mantendrán la sobadísima estrategia de exigirle a Trump que invada México, buscar que su mirrey de España les mande unas carabelas atestadas de Hernanes Corteses voxistas y demostrar, haciéndose las vístimas, que la dictadura existe más allá de sus delirios.
Ya los veo a los patriotiquitos markitititos disfrazados de marines esperando la orden de su comandante Trump. Bueno, Donald no ha llegado a la Casa Blanca y andan diciendo que la Quinta flota llegará vía Xochimilco. Así de ridis.
La bronca es que no hay unidad en el PAN, y mientras Rohe llega muy menguado al poder, buena parte del panismo lo ve con los ojos desorbitados y la boca abierta, igual que el ministro Laynez Potisek se le quedó viendo a Pérez Dayán cuando le retiró su apoyó a la ministra Piña.
Algo comparable con la alcaldesa morenista que se salió a presumir su Monster Truck Tesla y que ahora quiere demandar a quienes la sacaron a balcón. Como que la abdujeron los demonios de Sandra Baticuevas. Solo le faltó irse a pasear a Comala con su troca de junior tóxico, como Lady X. Pobrecita, como es un espectro político nadie la pelaba, ni los perritos y menos Pedro Páramo ni Susana San Juan.
Qué raro que ahora que el crimen organizado saltó de Guanajuato a Querétaro, regiones panistas, los markitititos no hayan solicitado una intervención yanqui. Tanto como el piso de 62 metros donde vive Calderón en Madrid, según Alazraki. Seguro lo llevó a su leonera con cava incluida.