Trump, Martita y la Pelosi

Ciudad de México /

Me gusta el nivel serenidad con el que doña Martita Sahagún tomó la noticia de que estaba siendo investigada por sus vínculos financieramente dudosos y oscuros con los Legionarios de Cristo que, como todos sabemos es una institución buena, santa y pura. En vez de ponerse a llorar como García Luna Productions y sus viudas que han superado con creces a La fea más bella, o ponerse a escribir un libro biográfico de ficción como Chayito Robles, o hacer la cara de Robero Deschamps cuando el día en que apañaron a Juan Collado pensó que iban por él y hasta lívido se puso, la esposa de Vicente Fox con todo comedimiento se tomó su chofitol, le dijo NO a la histeria, y hasta negó tres veces a los millonarios, aunque creo que ellos la negaron primero.

Por supuesto, todos sabemos que una relación de transas cercanas del tercer tipo jamás hubiera sido permitida por el Padrote Maciel, pues sabía que se lo iban a terminar llevando al baile con el dónde quedó la bolita de Vamos México.

Así, hay que tener el temple de la señora Marta, sobre todo ahora que ante el enésimo conflicto de Estados Unidos con Medio Oriente, el asesinato del coronel Qasem Soleimani y la cohetiza con la que respondieron los iraníes, veía a muchos compatriotas más angustiados que en el PAN por las encuestas que elevan la aceptación de la cuarta transformeichon, y que ahora están pensando en agarrar su guayabera para irse a Mérida.

O sea, ni Miguel Ángel Osorio Chong está tan contrariado ahora que Javidú lo acusa de haber negociado con él la entrega y recepción de su insólita persona para que no tocaran a su ñora y luego se la dejaran facilita en contubernio con la PGR y salir libre de polvo y paja. Qué raro, esto casi ni se veía arreglado.

Pero ahora las cosas cambiaron. Ya veías el fin del mundo y de pronto todos se echan para atrás y Donald Trump se quiere vestir de Gandhi abrazando la paz y la concordia entre los pueblos de buena voluntad. Es como pelea entre camioneros y taxistas donde no pasan de la bravuconada y al final cada quien se queda con su golpe.

Para eso me gustaban, uno que ya se estaba preparando para la guerra de guerrillas estilo Vietnam y nos salen con que ahora todos nos queremos. A mí no me la pegan, para mí que me cambiaron a Donald por su hermano gemelo pacífico y sin xanax. Solo nos falta que vaya al Congreso a dejarse sacrificar por la Pelosi.

jairo.calixto@milenio.com
@jairocalixto

  • Jairo Calixto Albarrán
  • jairo.calixto@milenio.com
  • Periodista producto de un extraño experimento cultural-social-educativo marxista, rockero, populachero, libresco y televisionudo / Escribe de lunes a viernes su columna "Política cero"
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