Hace cinco años la Constitución ordenó el despliegue de una red troncal de cobertura nacional a cargo de Telecomunicaciones de México (Telecomm) para promover el acceso a la banda ancha e internet; fue un proyecto que se fue rezagando y aún no opera. Tal parece que por fin verá la luz y corresponderá al próximo gobierno dar seguimiento y conclusión a ese proyecto derivado de la reforma en telecomunicaciones.
Ahora que ha pasado la efervescencia electoral, se tiene que regresar a la normalidad y ver los proyectos de inversión, con una visión abierta y analítica.
El 29 de junio Telecomm publicó la convocatoria del Concurso público internacional para desarrollar el proyecto de la red troncal, a través de un contrato de asociación público-privada. Se prevé que la presentación de propuestas sea el 10 de octubre de 2018, y dicha red deberá operar a 32 por ciento de su cobertura comprometida dentro de los 18 meses posteriores a la firma del contrato; por lo tanto, es un proyecto que deberá concluir la siguiente administración.
Ha trascendido que participarán ocho firmas, entre las que destacan Nokia, Axtel, Ufinet Latam, Geos Telecom y CFCA Telecomm; el tema es relevante, ya que será una herramienta del próximo gobierno para lograr cobertura y conectividad que alcance a los 50 millones de personas que se han impuesto como meta.
El proceso de implementación de la red troncal ha sido largo y accidentado; ante un escenario así, es lógico que muchos inversionistas hayan desertado y otros más hayan pensado que sería un proyecto que no terminaría de concretarse; ahora toca a la entrante administración pública su culminación, no solo para concretar el mandato constitucional, sino para generar mayores condiciones de acceso a las personas a las tecnologías de la información e internet, al disminuir las barreras de entrada a mercados desatendidos o sin competencia en la provisión de servicios de acceso a internet.
El ganador de la licitación será el concursante que ofrezca la mayor cobertura de población, con un mínimo de 80 por ciento; si consideramos que la firma del contrato se prevé para el 23 de noviembre de 2018, en 2020 tendría la cobertura de 32 por ciento, y casi al finalizar el próximo sexenio, el total de la cobertura ofertada; por lo tanto, este será uno de los proyectos que será punto de análisis del equipo de transición en comunicaciones con la actual administración. Veremos qué sucede.
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