¿Por cuál populista votaremos?

  • Areópago
  • Jesús de la Torre T. Pbro.

Laguna /

El 6 de junio, los medios de comunicación social publicaron que 50 integrantes de la élite empresarial mexicana, garantizaron respeto y trabajo “de la mano de quien gane la elección presidencial, luego de que dialogaron con los candidatos. La información que se llevó la nota periodística fue la que relativa en encuentro de Andrés López Obrador con los empresarios, dado los enfrentamientos publicitados en la últimas semanas, con éste sector. Lo que llama la atención es lo amigable que se expresan empresarios y López Obrador.

 

¿Qué es lo que pasa en éste momento de campañas publicitarias? El populismo cada vez asusta menos. La solidaridad con Venezuela, Nicaragua, Cuba, Rusia, ya está terminado por no creerse. Y es que el populismo es una práctica histórica muy consolidada en la historia política mexicana. Comenzamos por recordar que el General Lázaro Cárdenas fue el primer más notable populista que le dio consistencia, macices a las organizaciones del Estado Mexicano, en torno al Presidente de la República en turno. Luis Echeverría, José López Portillo, ejercieron un populismo basado en la evolución histórica de la sociedad mexicana.


Los historiadores, sociólogos, científicos sociales, hablan del “neopopulismo” iniciado por Carlos Salinas de Gortari, y los que le sucedieron no se libraron de prácticas populistas, entre otras cosas, con el apoyo de “salarios mínimos”, que por insuficientes, conducen y casi obligan al gobierno a crear organismos gubernamentales de subsidios a la precariedad de la vida familiar. Otro tanto viene por el renglón de la salud. Cuando la justicia no se ejerce, aparece la asistencia social como inevitable y los que la combaten, como unos amargados que no se fijan que es justo que el gobierno regale, por tanto impuesto que cobran, pero éstos últimos poco se fijan que el fenómeno de le corrupción toma cantidades estratosféricas de los impuestos que el pueblo paga.


El populismo es una práctica común de toda gente del gobierno. Poco se ha hecho para que la justicia llegue al pueblo de salario bajo. Pero además, se ha estado acostumbrando al pueblo a que pida al gobierno y la gente se calla la boca por tana dádiva que llega hasta la puerta de su casa. Todos nuestros candidatos son populistas. El pueblo no está tan acostumbrado a que los techos de la d la justicia, sean los suyos. Pero de que es necesario un cambio, lo es.



jesus_delatorre@live.com.mx

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