Ramón López Velarde, el nieto de Don Marcelo Berumen

  • Areópago
  • Jesús de la Torre T. Pbro.

Laguna /

El próximo 21 de junio, se cumplirá un siglo de la muerte del poeta zacatecano, Ramón López Velarde, nieto de Dn. Marcelo Berumen, propietario que fue de grandes extensiones de tierras del rancho llamado La Estancia de los Berumen. 

El papá de Ramón López Velarde, que administraba las riquezas de las tierras de los Berumen, se dio una enrabietada con su señor suegro, y su venganza fue que al tocar las puertas del Seminario de Aguascalientes, movió cielo, mar y tierra, para quitarle el segundo apellido de Berumen por Velarde. 

Los hermanos Tobías, José y su servidor. Conocíamos esta historia. 

A mi tío, José León Robles de la Torre, juntamente con muchos paisanos, les agradaba mucho el citado poeta, a nuestro papá, Juan de la Torre Robles, no le caía tan bien, dizque por enamorado. 

El poeta es conocido como jerezano, pero sus actas de nacimiento y bautismo, están en Tepetongo, Zacatecas. Pero esto es así.

Ramón López Velarde es ante todo un poeta patriota cristiano y revolucionario a fuerza: quería un cambio social pero no por las armas.

Quiso que la Patria fuese igual a su espejo diario, “cincuenta veces es igual el Ave taladrada en el hilo del rosario, y es más feliz, que tú, Patria suave”. 

Vivimos en este país en un quejido lastimero de la burguesía, que tanto disfrutó de las ventajas de la corrupción, y hoy, quieren que México otra vez viva al revés. 

Para muchos, el 6 de junio, si cumple, tiene que volver atrás. Es el examen.

Adquiere relevancia su canto poético a la mujer que pasó por sus versos como niña, novia, soltera, gran mamá de casonas antiguas. 

El poeta nunca se casó. Murió a los 33 años. “Fiuensanta”, quién no se llamaba así, le llevaba ocho años, fue inspiración para bellísimas poesías con maduros pensamientos.

Sus paisanas, las jerezanas, fueron elogiadas por hondos pensamientos cristianos como lo expresó cuando dijo: 

“JEREZANAS, paisanas, institutrices de mi corazón, buenas mujeres y buenas cristianas…, Os retrató la señora que dijo: 

“Cuando busque mi hijo a su media naranja, lo mandaré vendado hasta Jerez”.

Porque jugando a la gallina ciega con vosotras el jugador atrapa un alma linda y una púdica tez”. 

Jerezanas, os debe mis virtudes católicas y humanas, porque en el otro siglo, en vuestro hogar, en los ceremoniosos estrados de eduqué, velándome de amor, como las frentes se velaban bajo el tupe”.

Vendrán los homenajes, después del 6 de junio, día fatal para algunos, pero no días para la muerte de la esperanza.

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