La 'i'

Ciudad de México /

Inicia invariablemente con inquina, información imaginaria, insultos impunes, inferencias incesantes, inmuebles inútiles —inaugurados— e invocaciones inventadas. Insiste en intrigas e idílicas idioteces de inmensa ignorancia, ignominia de ingesta ideológica inagotable; Ignaro imbatible indica con el índice a indígenas e internacionales por igual, imbricados ideogramas e invectivas insignificantes.

Inmaculado imaginario, inquisidor ilimitado, ideático e insolente. Íntegro intransigente invierte indigentes como ingredientes de inmensa inmolación. Intocable e inmarcesible, el Inmenso irradia ítem tras ítem ideas inservibles e insufribles amén de insuficientes. Ínclito indecente inmerso ¿involuntariamente? en involuciones institucionales.

Iba o iría inescrutable, incluso íntegro, invocando idearios o ideando invocaciones, mas su infidelidad invita a imaginar investigaciones inminentes o intervención interna e internacional en intento inaplazable de inmunización. Invertebrado inmisericorde inclinado a ilegalidad e ilegales, iris de Infantería… ídolo entre ignorantes.

Id a la India o al IMSS, invocad Ilíada o Idus de idilios de la Isla o Ibargüengoitia; Invicta irrealidad invertida, intonso índice de irregularidades… inventario interminable. ¿Ir al Instituto es inútil? ¿Hilar integridad es inservible? ¿Inocuo inhalar ingenio e inspiración? Iletrados instituidos e incluidos —mas no inclusivos ni incluyentes— intentan interrumpir nuestra inteligencia. Ignaros idénticos al Inmenso insisten en interceptar ideas e intercalar irrigaciones infectadas al intelecto, inmundos imanes inconcebibles e imperdonables.

Iniciemos inofensivos pero incansables informes —aunque inconclusos— inteligentes e inventivos, imaginativos e inapagables —aunque inflamables— insistentes e incisivos, independientes, inodoros e incoloros mas no insípidos; inyecciones insulínicas, inoculaciones insumisas e invisibles… inmensamente influyentes e incendiarias como infusión contra Imbecilidad Infinita.

Jorge F. Hernández

  • Jorge F. Hernández
  • Escritor, académico e historiador, ganó el Premio Nacional de Cuento Efrén Hernández por Noche de ronda, y quedó finalista del Premio Alfaguara de Novela con La emperatriz de Lavapiés. Es autor también de Réquiem para un ángel, Un montón de piedras, Un bosque flotante y Cochabamba. Publica los jueves cada 15 días su columna Agua de azar.
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.