Martin Wolf es un periodista británico centrado en temas económicos, editor asociado del Financial Times y quizá el analista político más influyente del mundo, escribió hace unos días el papel de los empresarios en la formación política de países y mercados.
En sus apuntes mencionaba que “El papel de los líderes empresariales como voces influyentes, aunque interesadas, a la hora de establecer la política pública en materia de derecho de sociedades, derecho de la competencia, fiscalidad, regulación financiera, regulación medioambiental y muchas otras áreas había llevado a la aparición de un sistema de extracción oportunista de rentas que crea riesgos no asegurables para la mayoría y enormes recompensas para unos pocos.
Esto ha contribuido en gran medida a socavar la confianza en la democracia y a aumentar el apoyo a los populistas”.
Hoy igual que en otros momentos clave de la historia, los empresarios deben recuperar el liderazgo perdido y ocupado por ideas anti-empresa.
Las empresas al día de hoy operan en un sistema de capitalismo de mercado, este modelo hasta cierto punto ha traído crecimiento económico, pero no ha disminuido la brecha entre ricos y pobres y se ha incrementado la pobreza es por eso que existen algunos detractores hacía la figura empresarial.
Es por esto y ante la realidad del país, que, en COPARMEX, planteamos la necesidad de hacer un alto en el camino, reflexionar sobre la situación en que se encuentra nuestro país y determinar, a partir del diálogo y la colaboración, cómo construir un mejor futuro.
Un futuro donde impulse el desarrollo económico a la par del desarrollo social, ecológico y sustentable.
De ahí surge el modelo de Economía de Mercado con desarrollo inclusivo (EMDI), una apuesta de la Confederación patronal mexicana donde se ubica a la empresa como vehículo de cambio y pone al ciudadano al centro de las decisiones, mientras se considera al gobierno como un facilitador de las condiciones para el desarrollo, este modelo contempla 20 elementos entre los cuales se encuentran: la libertad de emprender, de invertir, de competir y de intercambiar bienes y servicios dentro de un marco legal y ético; el respeto a los derechos humanos; el fomento de la equidad, un sistema político democrático, de derecho, con leyes y reglas que se cumplan.
Los empresarios no solo generan el empleo formal que necesita el país, son los empresarios los que pagan la gran mayoría de los impuestos y su trabajo y riesgo desarrollan las regiones, el empleo es la mejor manera de dignificar el ingreso de una persona por encima de cualquier dadiva gubernamental y son las empresas las que se encargan en la gran mayoría de esta responsabilidad.
Hoy mas que nunca es importante que los empresarios no se aíslen en sus negocios y desarrollar modelos donde contribuyan activamente en sociedad como un apoyo a los gobiernos en la elaboración de políticas públicas, pero también como un contrapeso al momento de encontrar situaciones que no son favorables para el bien común.
El empresario no solo es un gran contribuyente, puede ser un líder en generar bienestar y están en el frente de batalla en la lucha por los grandes retos que tiene el país.
El trabajo esta en la coordinación, unión y convertirnos en un lugar donde se privilegie el dialogo y las ideas , de la mano de un contrapeso fuerte.