La vida es relativamente corta y aunque todos sabemos que la vida es corta y que la muerte inevitablemente llega, mucho nos sorprendemos cuando le ocurre a alguien que conocemos.
Antes que temerle a la muerte, temámosle a no saber vivir intensamente. Entendamos que la muerte no es la mayor pérdida en la vida, la pérdida más importante es cuando estando vivos se muere el alma. Lecciones:
Viva como crea que sea bueno: Su vida es solamente suya, otros pueden caminar con usted, pero nunca en sus zapatos. No tenga miedo de cambiar de rumbo cuando tenga sentido hacerlo. Escuche siempre a su corazón.
Estar ocupado no significa ser productivo: Estar siempre demasiado ocupado no es una virtud, ni algo por qué respetar a alguien que no se toma el tiempo para hacer lo que verdaderamente lo apasione y lo haga sentirse vivo. La verdad es que simplemente no sabemos vivir, ni priorizamos, ni apreciamos lo que realmente deberíamos valorar. Seamos conscientes que el tiempo jamás se recupera.
El éxito se construye con base en los errores: El verdadero problema no es cometer errores, sino el no aprender de ellos. Recuerde que la diferencia entre un maestro y un principiante es que el maestro ha fallado mucho más de lo que el principiante ha intentando.
Pensar y hacer son dos cosas muy diferentes: El éxito nunca le llegará al que sentado aguarda por él. Usted es lo que hace, no lo que dice que hará.
No esperar a escuchar una disculpa para poder perdonar: Cuando perdona, hace del pasado una lección aprendida y superada. Comprenda que los rencores del pasado son una pérdida afectiva de la felicidad del presente.
Lo que cuenta no es lo que uno tiene, sino lo que uno es: Si entendemos que muchos podemos conformarnos con mucho menos de lo que pensamos que necesitamos, le daríamos un revés a nuestra cultura del consumo masivo, la que se centra más en las cosas que uno tiene que en su valor como persona.
Todo cambia a cada segundo: La vida cambia en un instante. Un segundo cambia vidas para siempre, por ello, cuando la vida le sonría, disfrútela, es lo mejor que puede hacer a cambio de pedir más. Autor anónimo.
Amigo lector, usted ¿qué opina?