Para cada uno de nosotros la vida va a terminar algún día, estemos listos o no. No habrá más amaneceres. Ni atardeceres, ni días, horas, minutos, ni un segundo tan siquiera. Todas las cosas que hayas conseguido -aún las guardadas u olvidadas- pasarán a otras personas o se perderán.
Tu riqueza, tu fama y tu poder -si algún día los tuviste- se harán irrelevantes. Ya no importará lo que debas o lo que tengas. Tus resentimientos, tus celos, tus miedos y tus frustraciones desaparecerán junto con tus sueños, tus pendientes, tus planes y tus ambiciones.
Las pérdidas y ganancias que parecían tan importantes simplemente se irán, ya no importará de donde venias o en qué lado de la cerca vivías, cómo tampoco importará si eras bello (a) o brillante, incluso tu género y tu color de piel serán irrelevantes.
¿Qué será importante? ¿Cómo medir el valor de cada día? Lo importante no será lo hayas comprado, sino lo que construiste. No será lo que conseguiste, sino lo que diste. Lo que va a importar no será tu éxito sino tu significancia.
Lo que va a importar no es lo que aprendiste, sino lo que enseñaste. Lo que va a importar es cada acto de integridad, compasión, coraje o sacrificio que haya enriquecido, empoderado o animado a otros a seguir tu ejemplo.
Lo que va importar no será cuanta gente hayas conocido, sino cuántos sentirán tu pérdida cuando ya no estés. Lo importante no serán tus recuerdos, sino los recuerdos que queden en las personas que te conocieron. Lo que va a importar es cuánto van a recordarte y por qué.
Lo importante no será tu competencia sino tu carácter. Lo importante es comprender que una vida que valga la pena no depende de las circunstancias, sino de tus decisiones y de tus acciones. Autor anónimo.
Amigo lector, lo importante es darle sentido a nuestra vida y vivirla plenamente. Es dejar un legado. Es trascender nuestra finitud y ser recordados por “algo” valioso. Es dejar una marca de que existimos y no fuimos tan solo polvo en el valle de la muerte.
Benjamín Franklin lo dijo: Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y corrompido, escribe cosas dignas de leerse o haz cosas dignas de escribirse.
¿Usted qué opina?