Ante todo soy un optimista. Si eso es algo que me viene de forma natural o aprendida, no lo sé. Parte de lo que supone ser optimista es siempre dar pasos hacia adelante... hacia el sol.
Hubo muchos días en los que mi fe en la humanidad fue duramente puesta a prueba, pero siempre tuve claro que bajo ninguna circunstancia me rendiría a la desesperación, pues ese es el camino que lleva a la derrota y a la muerte.
Nadie nace odiando a otra persona a causa del color de su piel, origen o religión. La gente aprende a odiar, y puesto que eso es posible también lo es, que aprendan a amar, algo que es mucho más natural para el corazón humano.
La educación es el arma más poderosa que pueda utilizarse para cambiar el mundo. Una buena cabeza y un buen corazón formarán siempre una maravillosa combinación.
Es de sabios saber persuadir a la gente para que hagan cosas mientras que a su vez logras hacerles creer que todo ha sido su propia idea. Lidera desde atrás, y permite que los demás piensen que están al frente.
Algo que aprendí de las negociaciones es que, hasta que no seas capaz de cambiarte a ti mismo, no podrás cambiar a los demás. He aprendido que la valentía no es la ausencia del miedo, sino que es el triunfo sobre el miedo.
Qué valiente no es quien no tiene miedo, sino el que logra conquistar sus temores. Qué los valientes que deseen lograr la paz, no temerán perdonar. Para lograr la paz con el enemigo es necesario trabajar con el enemigo.
Y en el proceso, ha de convertirse en tu socio compañero. Mantén a tus amigos cerca, y a tus rivales aún más cerca. El mayor triunfo de la vida no consiste en no haber caído nunca, sino en haberse levantado tras cada caída.
Para lograr el éxito lo que importa no es tu lugar de comienzo, sino lo alto que apuntes. Tras escalar una gran colina, uno descubre que aún quedan muchas más colinas que escalar.
Siempre parecerá imposible, hasta que esté hecho. Un ganador es un soñador que nunca se da por vencido.
El reto más importante que podamos tener por delante es establecer un orden social, en el que la libertad del individuo suponga verdaderamente la libertad para el individuo.
Amigo lector, usted ¿qué opina?