En este magnetismo enfermizo por enterarse de la última baladronada del presidente de EU, también juega la fascinación que ejerce la ausencia de límites para lo grotesco y lo desproporcionado; el magnate no esconde su crueldad ni su insensibilidad

Nadie sabe cómo terminará el tema arancelario; ni siquiera el republicano que ahora parece tomar decisiones a partir de dos impulsos: las presiones internas y la pretensión de ocultar su derrota

En lo inmediato todos pierden con la guerra tarifaria, pero sabemos que en algún punto EU tendrá que ceder y esto ofrecerá a México la enorme posibilidad de impulsar el nearshoring 2.0, aunque ajustado a la nueva realidad mundial

Los niveles de aprobación de la Presidenta en torno a 80 por ciento superan en 20 o 25 puntos a los de Morena, lo que implica que su liderazgo se está legitimando entre los mexicanos más allá de las bases sociales de su movimiento

Ante los aranceles de Trump, México debe mantener calma: impacto será gradual y abre oportunidades para reconfigurar su economía.

Este proceso exhibirá casos de corrupción, nepotismo y agendas impresentables de jueces a escala federal; sin embargo, también sigue latente el riesgo de que las elecciones locales sean objeto de manipulación de políticos y crimen organizado

La verdadera defensa de su proyecto de nación estriba en combatir los riesgos de que esta fuerza política se comprometa y olvide su misión, entretenida como está en asegurar la permanencia de los suyos en el poder... muchos impresentables

El problema no es la falta de veracidad en las instituciones, en los medios de comunicación o en líderes de la opinión pública, sino que la guerra propagandística contra la 4T ha sido tal que la legitimidad es incapaz de saltar la polarización

El reto de la Presidenta es conservar el pulso de su movimiento, además de consolidar su proyecto de nación, lo que implica despolarizar a la gente, crear miles de empleos y generar condiciones para las inversiones pública y privada