El flujo acelerado de noticias se ha convertido en algo cotidiano y ha permitido al mundo estar conectado, sobre todo en momentos cuando suceden hechos relevantes; pero al mismo tiempo, la aceleración y masificación en el acceso a contenido nos muestra la otra cara de la moneda, la oportunidad para desinformar. El amplio abanico de opciones para enterarnos de lo que sucede en el mundo y la forma en la que nos relacionamos con éste es el resultado de la creciente conectividad; para darnos una idea, datos del Inegi señalan que los 79.5 millones de personas con acceso a internet en México durante 2019 se convirtieron en 93.1 millones para 2022, un incremento de más de 12 millones en tres años. Como todos los avances tecnológicos, la facilidad con la que se mueve la información no está exenta de desafíos, en donde no siempre se logra alcanzar la veracidad y precisión.
América Latina no es diferente al resto del mundo, pues de acuerdo a un estudio de la compañía en ciberseguridad Kaspersky, en colaboración con la consultora CORPA, el 70 por ciento de los latinoamericanos no logra detectar o no está seguro si puede reconocer una noticia falsa durante su navegación por internet. Esto nos da un preámbulo a la importancia de abordar el problema, pues su propagación puede tener consecuencias negativas para la sociedad tanto de forma individual como colectiva. Siendo un paso claro en este recorrido, la detección.
Para contrarrestar este fenómeno, las principales plataformas digitales han intensificado sus esfuerzos para implementar medidas preventivas que ayuden a los usuarios a realizar un consumo de fuentes verificadas y fidedignas. La responsabilidad también recae en nosotros como usuarios, pues debemos ser críticos al consumir información, dudar de las fuentes y asegurarnos de que no estamos creando un ciclo con datos falsos. ¿Cómo lo podemos lograr? Verificando lo que compartimos, revisando las fuentes de las cuáles proviene, consultando diversos sitios y también instituciones reconocidas en la materia en cuestión. ¿Qué hacer si detecto una noticia falsa? Cortar la cadena de fake news y evitar su propagación en redes sociales o servicios de mensajería, es medular en esta lucha; conocer las implicaciones que vienen con el uso de internet también contribuye al ecosistema digital.
La batalla contra la desinformación será una constante y aún falta mucho por hacer. El cambio acelerado de la tecnología, la evolución y aparición de nuevos formatos están creando una nueva ola en donde todos debemos participar. Sin embargo, algo positivo es que los usuarios alrededor del mundo han comenzado a mostrar aún más preocupación en el tema. De acuerdo al Digital News Report 2023 del Instituto Reuters y elaborado por la Universidad de Oxford, a nivel mundial se ha registrado un incremento de dos puntos porcentuales en el interés colectivo por recibir datos fidedignos, dejando en 62 por ciento a América Latina; por encima de regiones como Europa y Asia-Pacifico, las cuales cuentan 53 por ciento y 56 por ciento, respectivamente.
Es una realidad que los usuarios deben involucrarse, sobre todo en un mundo con una gran masificación y ritmo vertiginoso, en donde vemos todo tipo de generaciones que han traído consigo desde nuevas preferencias en los formatos digitales del consumo de noticias, hasta quienes mantienen el gusto de leer en formato físico. Es por esto que las plataformas, además de las herramientas con las que cuenta de remoción de contenido nocivo que viola las políticas de la comunidad, han creado iniciativas para cuidar e informar correctamente a la audiencia, como en la mayor plataforma de video, que tiene una pestaña en la que se puede encontrar contenido de salud verificado, o la nueva experiencia enfocada en noticias, en donde los usuarios podrán consumir videos en distintos formatos, ya sea corto, largo o en vivo provenientes de medios de comunicación confiables, dándole una guía mucho más clara a las personas con sus formatos preferidos, resaltando fuentes autorizadas.
Por otro lado, el periodismo de calidad debe ser accesible y estar disponible con todas estas opciones para beneficio de los usuarios, es crucial que las plataformas continúen colaborando con expertos en verificación de datos, periodistas y organizaciones de la sociedad civil. Asimismo, se requiere una mayor educación para fomentar un pensamiento crítico entre los consumidores de medios digitales. A través de un enfoque multifacético y colaborativo, será más eficaz su combate, preservando la integridad de los espacios de noticias en línea en beneficio de la sociedad en su conjunto.
Hemos recorrido un largo camino, y es por esto que para avanzar hacia adelante, la constante deberá ser la seriedad en tratar este tema y atribuirle la relevancia que merece. Una sociedad informada genera democracias más responsables, y las plataformas de video pueden y deben contribuir con esto.