Inicia otra odisea en nuestro maravilloso futbol donde las novedades y crueldades suelen aparecer aunque no las hayan invitado.
Lo distintivo de las liguillas es la obscenidad.
1.- Cruz Azul. Debe ser campeón pero falta que cumpla con todas las exigencias propias de la época. Conoce los riesgos que esto implica. Si no se ayuda a sí mismo la debilidad lo podrá invadir. Su “estatus” corre riesgo.
2.- Toluca. El Diablo nos asombró a todos y casi con eso basta. Hace catorce años que no es campeón, y ésa es su pesada losa. Su buen actuar nos invita a creerle y hasta animarlo para que logre lo deseado.
3.- Tigres. Su nombre es aceptado entre los importantes. Ha sabido regenerase a sabiendas de la dificultad que implica ser el mejor en esta fase.
Su gente muestra mucho entusiasmo a grado tal que suele ignorar que otros equipos también tienen virtudes.
4.- Pumas. Por el momento, de los capitalinos es el de menor impacto pero eso no les preocupa. Supieron llegar con gallardía y a partir de ahí tienen la oportunidad de volver a sorprender.
5.- Monterrey. Su tragedia es que se exigen de más creyendo que nada más ellos existen. ¿Si no son campeones, piensan despedir a su flamante entrenador?
6.- San Luis. El humilde cuadro potosino se coló sin hacer ruido. Ostenta el muy incómodo número 6 que no ha podido ser campeón en los torneos cortos.
Si a eso le añadimos su nombre, la tentación nos empuja a no darle valor en esta competencia. Puede formar parte de la obscenidad.
7.- América. Realmente fue lugar 8 de la tabla general pero las recomposiciones lo reacomodaron. Su bicampeonato le exige tener que volver a ser campeón pero se aprecia que no será así. Su orgullo institucional lo empujará a seguir luchando.
8.- Tijuana. Todo o nada. En apariencia llega al baile para cumplir pero esconde un mérito muy suyo. Podrá ponerle el cascabel al gran gato.