El tema de la reforma al Poder Judicial no es un asunto solo de los jueces, ni siquiera de los abogados, es un desastre que nos tocará aguantar a todos los mexicanos, a todos nos afectará el caos que se está proponiendo.
A lo largo de nuestra vida todos en algún momento llegamos a un juzgado, ya sea por un problema laboral, por una deuda no pagada, por temas familiares o por un delito, las relaciones humanas están llenas de confrontaciones y los jueces están ahí para poner fin a los problemas dictando con sus sentencias las soluciones más justas posibles.
Imagina que la persona que va a decidir sobre tu destino, tiene 5 años de haber egresado de la universidad, consiguió 5 cartas de recomendación, hizo un trabajo de 3 páginas y salió sorteado en la tómbola, obviamente para que su nombre suene y la gente vote en su favor tuvo que acercarse a grupos poderosos para pedir su apoyo tanto en dinero como en movilización de gente, y así esa persona con muy poca experiencia, sin un mérito sostenido y con su voluntad comprometida será quien decida sobre la libertad, la familia y el patrimonio de cualquiera de nosotros.
Una persona sin preparación es mucho más fácil de manipular, los jueces se enfrentan a cuestiones terribles, de verdad muy difíciles, están expuestos a la verdadera miseria humana y necesitan tener el temple para no quebrarse emocionalmente, para sobreponer el conocimiento jurídico a cualquier emoción. Los jueces no deben ser populares, deben ser justos, conocer la Constitución, los tratados internacionales, la jurisprudencia, las leyes, los reglamentos, la teoría.
Un Juez que llega a su puesto con favores y recursos se verá obligado a tomar llamadas que le impongan decisiones, un juez inexperto hará sentencias que violenten derechos fundamentales, que contradigan la ley. En la más alta jerarquía, la Suprema Corte de Justicia de la Nación tendremos personas carismáticas, con posicionamiento político y muchos compromisos que atender. Se propone un tribunal de disciplina, que estará integrado igual por personas votadas, por lo que de nuevo podrán ser sin experiencia, politizadas y dependientes de grupos de poder, este tribunal servirá para quitar a los jueces que no resuelvan a su gusto, así el gobierno se asegurará de no tener resolución incómoda y juez que no aplauda los actos de la presidenta será removido, ahí se acabó el control judicial de las actuaciones del gobierno, no habrá quien les ponga un límite por lo que los excesos de poder serán cosa de todos los días. Sí, hoy las cosas no son perfectas, habría que hacer muchos cambios, pero destrozar la carrera judicial, poner personas inexpertas y amenazadas de destitución definitivamente son modificaciones que nos perjudican a todos y lo que consiguen es entregarle la justicia de México a la mafia del poder.