Hace algunos meses conocí a un intento de líder el cual juraba y perjuraba que cambiaría su entorno social, y haría justicia de todo lo mal que estaba nuestro sistema.
Siendo un hombre muy “justo” de valores y de principios decía que el puesto que estaban por darle sería para hacer una limpia de toda la corrupción que había dentro de los gobiernos.
Meses después, este personaje ocupó un puesto, promesa cumplida por haber sido parte de una campaña política, por lo que al llegar al poder empezó a checar todos los desvíos que existían dentro del área a la que había sido asignado y en donde todos agradecían la llegada de un hombre “íntegro” y “justo” y en donde todos los que menos tenían sentían que ahora sí podrían ser tomados en cuenta y los que habían estado abusando durante años de su poder, estaban muy nerviosos sabiendo que su mina estaba por acabarse.
Y así podíamos ver a este “gran hombre” haciendo recorridos y prometiendo que los cambios estaban por darse, pero en nuestro mundo al revés o al menos eso pasa en nuestro hermoso México, que si no cuentas con una buena palanca, compadrazgo, amigo del alma o dedazo, difícilmente podrás laborar en el sector público, ya que sin importar qué tan inteligente seas o qué tantas buenas propuestas tengas, aunado a la experiencia laboral, esto sale sobrando, ya que es muy común ver que este privilegio es de unos cuantos.
Es muy notorio que hay familias enteras trabajando dentro de los diferentes gobiernos y no tanto por su capacidad intelectual, sino porque corrieron con la suerte de tener un buen padrino.
Pero estos deseos que solo quedaron en eso para este “lidercillo”, no pudieron ser ya que después de haber comprobado desvíos, robos, abuso de poder, malos tratos al personal y demás, este hombre simplemente tuvo que hacerse de la vista gorda y “tragarse” sus palabras, pues a aquellos a los que juró que quitaría de su cargo hoy los abraza y felicita por ser parte de su gran equipo de trabajo.
Por desgracia en México ya estamos acostumbrados a que los que menos tienen siempre sean los más lastimados. Y en donde este hombre es una clara idea de que tiene todo menos poder. “La política es el arte de impedir que la gente se meta en lo que sí le importa”.