(Jehová) te hará entrar en la tierra que vas a poseer… y expulsará a las naciones… cuando las hayas derrotado deberás destruirlas... No harás pacto con ellas ni les tendrás compasión; en las ciudades y pueblos que (Jehová) te da no dejarás nada con vida” (Antiguo Testamento, Deuteronomio 7,1-2; 20, 15-18).
Haciéndose eco, el 12 de octubre el presidente israelí Isaac Herzog, justificó los bombardeos: “Hay una nación entera (los palestinos) que es responsable. Que los civiles no estaban al tanto de lo que iba a pasar es completamente falso…hubieran podido luchar contra el régimen maligno que tomó Gaza …en un golpe de Estado (sic)”.
Fueron los mismos gobiernos que consideran a Hamas grupo terrorista los que forzaron su participación en las pseudo-elecciones de 2006 en los Territorios Ocupados, en particular la Unión Europea. Ésta amenazó a la Autoridad Palestina con cortar su ayuda si no se daba entrada a Hamas. En ningún país “democrático” europeo es legal que compitan partidos “neonazis”, “falangistas” etc., sin mencionar que una elección bajo ocupación militar es ilegal. Aún ahora, haciéndose eco de la “furia” israelí, la Unión Europea amenazaba con cortar la ayuda humanitaria, unos 300 millones de euros anuales, a Palestina. Solo España y algunos otros lo impidieron.
Israel parece empeñado en aprovechar la guerra para expulsar/desplazar al menos millón y medio de gazatíes. Al margen de la catástrofe humanitaria y crimen de guerra con ello reduciría el espacio de su “prisión a cielo abierto”, según la califica El Vaticano entre otros. Parece su “solución” dada su ineficiencia demostrada después de cuatro crisis militares; 2008; 2011, 2014, 2021 hasta la actual.
Los traslados forzosos, crimen de guerra, se rastrean al Memorando Weitz, adoptado por Ben Gurión el 16 de junio de 1948, tras el desplazamiento por la guerra de unos 700,000 palestinos: “El desplazamiento de los (palestinos) debe ser visto como un plan de transferencia (de población) y promover el asentamiento de judíos (inmigrantes) para llenar el vacío. Destruir tantas aldeas (palestinas) como sea posible. La transferencia turco-griega ( Primera Guerra)) demostró que es posible”.
Para 1950 unos 750 mil palestinos ya hacinaban campos de refugiados. Sus descendientes hasta hoy (casi seis millones) siguen siendo mantenidos precariamente por la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para Refugiados Palestinos, creada 1949). En cada crisis es la que se encarga de proteger civiles y recoger cadáveres en una labor humanitaria heroica junto con la Cruz Roja, Médicos sin Frontera y los 22 hospitales gazatíes desbordados, sin electricidad, agua y expuestos, advierte la OMS. Desde el 11 de octubre, el Secretario General de la ONU denunció la masacre por Israel de 12 trabajadores de la Agencia y 30 estudiantes en escuelas de dicha agencia, además de periodistas extranjeros y personal sanitario. Muchos gobiernos justifican el “derecho a defenderse” de Israel mientras la ONU les recuerda la comisión de crímenes de guerra. El parlamentario británico Crispin Blunt señala que “un crimen de guerra no justifica otro” y advierte con encausar al premier británico como “ cómplice de tales crímenes por incitar a Israel”. Cada reconstrucción de Gaza la paga la Comunidad Internacional, no Israel, a costos de millones de dólares de sus cuotas a la ONU, México incluido.
La cuenta de civiles muertos es interminable pero Israel tiene como norma cobrarse diez por uno, según la cuenta de la prestigiada ONG israelí B´Tselem: 11,652 palestinos muertos desde 1988 frente a 1,766 israelíes hasta septiembre de 2023. Curiosamente la “furia” israelí, que tantos justifican y aplauden, no alcanza al liderazgo de Hamas que vive cómodamente en países árabes del Golfo.
Lo que tampoco se dice es que esta hoguera incesante es alimentada por los extremistas de ambos lados: 20,000 milicianos de Hamas contra 700,000 colonos israelíes asentados ilegalmente en la Cisjordania y Jerusalén Oriental ocupada (Times of Israel, 2021; World Fact Book, CIA, 2014).
En marzo 2021 la Corte Penal Internacional inició la investigación de crímenes de guerra por tales asentamientos y sus colonos israelíes –muchos con doble nacionalidad europea, latinoamericana, etc.-, y la protección del ejército israelí. Lástima que la CPI no sea tan expedita como en el caso de Putin.
*Especialista en Oriente Medio, diplomático.