La democracia fortalece el debate sobre los asuntos públicos y el debate fortalece a la democracia. Los órganos representativos, como es el Congreso, son por excelencia espacios para la deliberación y la confrontación de ideas, esenciales en un sistema político liberal como el nuestro. Sin embargo, esto no es suficiente. Sin demeritar la importancia del Poder Legislativo, muchas de las determinaciones requieren una discusión más allá del espectro parlamentario.
La reforma eléctrica es un buen ejemplo de la necesidad de una discusión amplia, incluyente y con apertura mediática. Las encuestas de GCE y El Financiero coinciden; hay dos aspectos a destacar muy preocupantes: el escaso conocimiento de la población sobre su contenido y en contrasentido, el apoyo mayoritario a la propuesta presidencial.
Como tal es una buena decisión la convocatoria del líder de la mayoría en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, para que el sector empresarial participe de las necesarias discusiones sobre el futuro del sector, y ampliar el término para su aprobación. Es imprescindible la opinión de los empresarios y sus organismos. Sus preocupaciones son genuinas y deben estar presentes en el debate. Pero no son las únicas. Expertos en el tema, organizaciones ambientalistas e inversionistas en energías limpias deben estar presentes, igual que los especialistas en materia internacional, no sólo para enmarcar globalmente la iniciativa presidencial, sino para evaluar sus efectos en materia de inversión, medio ambiente y posibles controversias legales.
Desde luego que la decisión final corresponde al Constituyente permanente. Los partidos políticos, en su mayoría, así como las fracciones parlamentarias han definido posición. Es evidente que no hay mayoría calificada, posiblemente ni siquiera mayoría absoluta a favor de la propuesta en sus términos originales. Pero no es un ajuste o cambios menores lo que la harían viable, sino un proyecto totalmente diferente. Precisamente para eso son las deliberaciones incluyentes, para que los legisladores normen sus criterios y hagan ejercicio de un voto razonado e informado. La tarea mayor está del lado de quienes se oponen a la propuesta, porque el gobierno y quienes están a favor han hecho muy bien la suya.
Liébano Sáenz
@liebano