Uno de los desafíos del país es la revisión del acuerdo comercial con Canadá y Estados Unidos. Es previsible una postura agresiva y quizás hostil de la contraparte norteamericana. En parte es retórica, pero también es convicción de quienes ahora están en el poder de que el acuerdo comercial vigente no es funcional a su país.
Al gobierno del presidente Trump no le han salido bien las cosas y enfrenta un creciente rechazo de la población que se expresa en votos y que ha probado ser adverso al Partido Republicano en las elecciones locales recientes. Más allá de los frentes abiertos en muchos temas, el principal origen del desencanto de los votantes norteamericanos está en la economía y una percepción negativa sobre lo que hace el gobierno, percepción más adversa a lo que indican las cifras. El líder republicano en la Cámara de los Representantes, Mike Johnson, ha reconocido que un resultado negativo en la elección de noviembre sería desastroso para la presidencia de Donald Trump.
Esto entraña un serio problema en la revisión del acuerdo comercial. Se negocia con quien, muy seguramente, a partir de noviembre no tendrá el poder suficiente para avanzar en el proteccionismo y la postura agresiva hacia sus socios comerciales y aliados. Se firma un acuerdo bajo la falsa hipótesis de continuidad del principal socio comercial de México y Canadá. Más aún, el rechazo a los aranceles en la sociedad norteamericana no le da músculo para imponerlos, además de las controversias judiciales en proceso que podrían llevar a declarar su inconstitucionalidad.
La recién publicada Estrategia de Seguridad 2025 de las autoridades norteamericanas, a pesar de las amenazas allí contenidas, también contempla entendimiento con los socios comerciales y aliados, incluso con aquellos con que no se comparte la misma línea política.
El ciclo político del gobierno norteamericano da espacio a México y Canadá a una postura firme. Se requiere hacer ajustes y concesiones razonables como es la de cuidar las importaciones de China, no sólo en función de lo que espera EU de México, sino de las necesidades reales de la economía nacional.
México tiene base para revisar exitosamente el acuerdo comercial por razones del ciclo de poder de Donald Trump.