Parece que la prisa por tener dónde poner la basura es el principal motivador para resolver el tema del relleno sanitario. Hace un mes el cabildo del municipio de Pachuca ya había rechazado la concesión de un contrato por 20 años para el servicio de traslado y disposición de los residuos del municipio; la misma propuesta, esta vez fue aprobada por el mismo grupo en días pasados. ¿Qué les hizo cambiar de opinión?
Las políticas de manejo de residuos deben atender a las legislaciones ya existentes tanto en el estado como a nivel federal para garantizar un adecuado tratamiento y debido reciclaje, así como disposición segura con el menor impacto medioambiental. Hasta ahora se sigue priorizando un relleno sanitario para el destino final de los residuos sólidos urbanos, que no brinda las condiciones higiénicas y necesarias.
Mientras esto se mantenga así, asegurar un contrato por dos décadas sólo extenderá durante ese tiempo los problemas que a la localidad ya aquejan desde hace varios años, puesto que no se realizado una revisión del reglamento vigente ni tampoco se acompaña de fundamentos que den soporte al plan. El término del contrato era evidente desde hace meses pero en las prioridades del ayuntamiento no ha figurado la búsqueda de una propuesta integral para resolver este tema. Así que la premura aqueja pero el interés por mejorar las condiciones de vida de la población pachuqueña no son evidentes.
Más vale que la toma de decisiones no se lleve siempre de la misma manera porque el futuro no es prometedor en medio de una crisis por la contaminación que ya atravesamos y que requiere medidas más prontas que la firma de un contrato sin análisis crítico. Veinte años podrían significar un gran retraso en acciones que garanticen el derecho a un medio ambiente sano.
Lol Canul
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