¿Sera por eso?

  • Desde mi rincón
  • Luis Augusto Montfort García

Laguna /

“El hombre es él y sus circunstancias”, es una reconocida frase originalmente expresada en primera persona (“Yo soy yo y mis…) por José Ortega y Gasset en 1914 en su obra: “Meditaciones del Quijote”, pero que por la universalidad de su sentido, desde entonces con frecuencia se aplica en la forma que precede estas líneas.

A primera vista, como sucede con otras muchas frases filosóficas que en forma clara y genial señalan algún rasgo común a todos los seres humanos, puede interpretarse simplistamente como una condición obvia de todas las personas, que por su misma obviedad no amerita buscarle mayor profundidad, (sobre todo en estos tiempos en que parece que el reflexionar, se considera un desgaste mental inútil, pues que en lugar de razonar, es más fácil preguntarle a “Google” o a la “IA”).

Vaya pues aquí, una propuesta sobre cómo desde dicha oración y dada mi propia circunstancia de formación profesional de administrador metido a “filósofo aficionado”, puede afirmarse que en un símil con el proceso industrial de cualquier producto, nacemos como seres semi-terminados a los que por lo general nos falta el 50% o más para cumplir con la misión para la cual fuimos concebidos y hechos.

Y no me refiero solo al aspecto físico, el cual como bien sabemos, en pocos meses y años se perfecciona hasta llegar a una etapa en la que debemos tomar decisiones trascendentales, tales como: ¿que estudiar? o ¿con quién unirnos y reproducirnos?, decisiones que hasta hace poco sucedían más o menos a los 18 años, pero que hoy con la prisa juvenil por vivir (y quizá por morir), parece que se tienen que tomar a edades mucho más tempranas.

Y así, con la complicidad de la madre naturaleza según afirmaba Schopenhauer, dos seres intelectualmente semi-terminados, deciden emprender el complejo proyecto de vivir juntos, aunando a esto, el factor agravante de esa complicada diferencia de género y más aun, deciden traer al mundo a otros seres semi-terminados que pronto seguirán su ejemplo. 

Unos y otros sin más méritos que la capacidad física de reproducirse. ¿Será por eso que estamos como estamos?

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