Una gratificante sensación

  • Desde mi rincón
  • Luis Augusto Montfort García

Laguna /

Vivir, para el ser humano es algo más que el simple acto de moverse, respirar, comer, ver, oír, etc., pues nuestra inteligencia (por mínima que sea), a diferencia de otros seres vivos, nos hace preguntarnos el cómo, el por qué y el para qué de lo que percibimos en el mundo que nos rodea, así como cada quien en lo individual tarde o temprano se lo pregunta respecto de si mismo.

Encontrar respuestas claras y honestas no es ni lo ha sido nunca cosa fácil, sobre todo cuando no se tiene el hábito de reflexionar, además de que no hay fórmulas que a todo mundo le acomoden, sino que ese proceso de auto-cuestionamiento se tiene que recorrer sólo, lo cual requiere un esfuerzo mental que por lo general no nos es grato.

Y es en esto último, en elegir sólo lo que nos agrada, donde radica mucha de la problemática social que hoy vivimos, particularmente promovida por mitos y falacias de que estamos aquí sólo para “disfrutar de la vida” y ser felices, entendida esa felicidad como un estado permanente de placer, por hacer solo aquello que nos gusta hacer.

Sin embargo nos demos cuenta o no, la realidad es diferente: 

La vida es un hermoso regalo, si, pero también es asumir la interminable responsabilidad de subsistir y desarrollarse física, mental y emocionalmente (o si se prefiere: espiritualmente). 

El disfrute por lo que es grato y nos da placer, disminuye en la medida en que se consigue. Y la felicidad no es sino un transitorio estado de ánimo que inevitablemente se alterna con otros de tristezas y de alegrías.

Entender esto y vivir en consecuencia, puede resultar una buena “vacuna” contra virus emocionales como las ansias de poder, la soberbia, el egoísmo, la ambición, la codicia, la lujuria y la pereza, de la que en mayor o menor medida todos somos víctimas, pero que infortunadamente, con frecuencia los vemos encarnados en quienes por su posición e influencia resultan socialmente nocivos.

Desarrollarse como ser humano y compartir ese desarrollo, nos hace vivir una gratificante sensación de esfuerzo-beneficio. 

Quizás esto sea mejor y más realista que querer vivir una “vida feliz”.

Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.