1. En el siglo XX hubo un gran libro hecho de citas: A Certain World (1970) de W. H. Auden. 2. En la entrada dice que el libro aunque tomado de otros es una suerte de autobiografía. 3. Cita a Chesterton cuando dijo que detrás de la mente de todo escritor hay como un patrón o un tipo de arquitectura; algo como “el paisaje de sus sueños”, el tipo de mundo que le gustaría hacer o en el que quisiera deambular; la extraña flora y fauna de su propio planeta secreto; el tipo de cosa en la que, al pensarla, está a gusto. 4. “Esta atmósfera general, y patrón o estructura de crecimiento, gobierna todas sus creaciones, no importa qué tan variadas”. 5. Llegado a este punto recuerdo que A Certain World trae tres citas de Hugo von Hofmannsthal y dos de la amiga de Auden, Hannah Arendt.
6. Porque recuerdo entonces el pasaje de Arendt en su ensayo sobre Walter Benjamin (Anagrama, 1971), donde cita una carta de éste a Hofmannsthal: “Escribir se basa principalmente en citas, la técnica del mosaico más alucinante imaginable”. 7. Tengo subrayado este pasaje y cada que he vuelto a él me digo o decía dos cosas: una, de Benjamin era sabido que deseaba hacer un libro de puras citas; pero dos, ¿de dónde saco que Hofmannsthal también si Arendt no lo menciona?
8. Leía una edición reciente de Hofmannsthal: Poesía y vida. Discursos y ensayos (Tres Molins, 2023). 9. Cambié de libro: La carta de Lord Chandos y algunos poemas (FCE, 1990) editado por Jaime García Terrés. 10. Se sabe que Hofmannsthal inventó al apócrifo Lord Chandos; en esa carta a Francis Bacon le explica que va a retirarse de la poesía lírica. 11. Y ahí es dónde: le menciona el proyecto de reunir “bellas sentencias y reflexiones de las obras de los clásicos y los italianos” y “otras galas del espíritu descubiertas en libros, manuscritos y conversaciones”. 12. El título debía ser: Nosce te ipsum.
13. A Certain World de Auden y Conócete a ti mismo de Hofmannsthal-Chandos: los libros de citas, para mejor ser, han de ser personalísimos.