Magnífico contexto para el Club Santos: sus muchachos ya despertaron, sus canteranos juveniles han sacado la garra y en su último partido en el TSM, se despacharon al Necaxa (que no era nada sencillo) con una remontada épica.
El próximo sábado el Estadio Corona debe estar de plácemes, con una gran entrada (espero que haya por lo menos 20,000 aficionados) y un ambiente muy, pero muy festivo.
Hay fin de semana largo y el lunes es feriado nacional, por los festejos de nuestra Independencia.
Todo esto significa que la afición se dará cita en gran medida y, también, que vendrán a Torreón muchos visitantes de otras ciudades, tanto de Coahuila, Durango o Nuevo León. Sin lugar a dudas un fin de semana para beber cerveza sin preocupaciones.
En el último partido en casa el inicio estuvo rodeado de una atmósfera abrumadora, donde los aficionados de corazón acudieron por amor al arte, por gozar su estadio que verdaderamente es suyo, que le pertenece a los fieles de entre los fieles, a los que nunca han fallado a pesar de que el equipo les ha generado tanto sufrimiento durante tanto tiempo.
Pero es que la experiencia es única: ir al futbol es algo inexplicable.
Por eso el santista de corazón acude y no falla, aunque esté de por medio, en estos tiempos, el sufrimiento y la desilusión. Ese era, sí, era, el contexto.
Pero con lo que casi nadie contaba era que los canteranos le tenían preparada a su afición una sorpresa que se fue urdiendo sobre la marcha: una resurrección en los últimos minutos que terminó con una remontada épica ante Necaxa.
Es por todo eso que ante Monterrey deberá ser un gran partido.
Las probabilidades de victoria no son muchas, pues Rayados es, probablemente, el mejor plantel del futbol mexicano.
Se ubican en la parte alta de la tabla y han mejorado su juego.
Es decir: juegan bien y tienen un equipo plagado de jugadores de altísimo nivel y peligrosidad. Esta es la prueba de fuego para el Santos y sus canteranos.
Creo firmemente en que darán el ancho y no se dejarán intimidar por el Monterrey.
El equipo, de la mano de los juveniles fabricados en casa, ha despertado. Hay que frotarse las manos porque el partido del sábado deberá ser un gran partido.
Hacían falta días así, donde el santista ha recuperado sensaciones positivas y vuelve a depositar su confianza y esperanza en el equipo.
Hay que acudir en masa al Estadio Corona y apoyar con todo, como en los viejos tiempos, a sus guerreros.
Ojalá y sea, como ante Necaxa, una victoria de todos.