Francia, París: tierra de la libertad

Lagunaa /

La humanidad le debe mucho a Francia, sobre todo Europa. 

Bien se podría decir que el país más importante (por todo lo que lo envuelve) es Francia. 

Ojo: no confundir importante con poderoso. Son cosas distintas. 

A Francia se le debe agradecer su revolución, que vino a ser inspiración para muchas otras revoluciones, pues los franceses terminaron con la monarquía y le demostraron el mundo que se pueden unir pobres con ricos, débiles con fuertes, el pueblo con la nobleza. 

Juntos marcharon y acabaron con la monarquía de Luis XVI. Poniendo fin así a la opresión, corrupción, desigualdad e injusticias. 

La Revolución Francesa marcó un antes y un después en la historia Universal.

Por eso no es de extrañarse que casi todo lo que sucede ahí es para soñar, es maravilloso. 

París, la ciudad del amor, y de tantas cosas más. 

Francia le regaló al mundo un fascinante carrusel de emociones durante la inauguración de los JJ.OO. 

Inolvidable, única, la apertura de París 2024 fue la fiesta más original y dinámica que se haya organizado para unos Juegos Olímpicos, históricamente realizada, siempre, dentro de un estadio. 

Los franceses llevaron la inauguración al corazón de París. Fue una ceremonia libre de muros y barreras. 

Una celebración hipnótica donde sucedía de todo al mismo tiempo: para llenarse los ojos con los barcos de las delegaciones surcando el Sena.

Ni siquiera la lluvia empañó la distinción artística en cada una de las presentaciones, bajo la presencia única de una Torre Eiffel iluminada y sus anillos olímpicos incrustados. 

En el deporte olímpico, todo el mundo es igual, independientemente de su origen, género, condición social o creencias. 

Este principio de no discriminación en el deporte permite a los Juegos Olímpicos promover la paz y la comprensión entre todos los pueblos. 

El deporte es uno de los pocos ámbitos de la actividad humana que ha logrado una ley universal: que todos los seres humanos practiquen y valore el deporte como fuente de vida y salud.

Las normas se basan en los valores universales del juego limpio, el respeto y la amistad y se reconocen en todo el mundo. 

En nuestro mundo globalizado, el deporte tiene un poder único para reunir a las personas. 

Los Juegos Olímpicos nos dan la esperanza de que es posible un mundo mejor, porque son un ejemplo de interacción pacífica mundial. 

Ha habido muchos Juegos Olímpicos inolvidables. 

Los de París apunta a ser, sin lugar a dudas, los más inolvidables de la historia.

  • Luis Miguel Rodríguez Cruz
  • luismrdzcruz@gmail.com
  • Columnista en La Afición desde Enero del 2009. Egresado de la Licenciatura en Ciencias de la Información de Universidad La Salle Laguna, con Maestría en Educación por Universidad Interamericana para el Desarrollo.
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