Cruz Azul batalló mucho en su eliminatoria, y tuvo que resolverla hasta el partido de vuelta de manera bastante heroica; solamente tuvo que esperar que su empuje constante terminara por abrumar a unos Xolos de Osorio, que se terminaron reduciendo a una mínima expresión en el campo de Cruz Azul.
De momento, Cruz Azul está cumpliendo de acuerdo al tamaño de su expectativa.
Pero lo que más me impactó fue que el America eliminara al Toluca (mi favorito para levantar el título) pues el Toluca, salvo aquella derrota ante Santos en Torreón, no había mostrado fisuras ni puntos débiles.
Pues bien, el América se encargó de alterar por completo el sistema nervioso del Toluca y los desactivó sin problemas: el Toluca nunca pudo reunir las condiciones para considerarse un rival digno ante América en esa eliminatoria.
Merecidísima clasificación para el América.
El fracaso de Tigres es apoteósico, pues el haber sido despachado de la liguilla por el San Luis, que es un club que se encuentra a años luz de Tigres: en cuando a presupuesto, patrocinios, plantel, infraestructura, ¡todo!
Tanto Tigres como su vecino, Rayados, están obligados a levantar el título siempre, en cada torneo.
Obviamente sólo puede haber un campeón, pero la obligación está implícita para ambos clubes. Lo Tigres ante San Luis fue una de las vergüenzas más mayúsculas de su historia.
Y por último, el Monterrey. El otro gran plantel de la liga, cargado de individualidades y millones de dólares en inversión.
Pumas venía jugando bien y la eliminatoria se antojaba pareja, pero fueron precisamente las pinceladas e inspiración individual de sus figuras las que terminaron por superar con creces a unos Pumas abrumados y aporreados.
Y hablando de expectativas: la llegada de Fernando Ortiz al Santos está generando mucho de qué hablar, pues su radar está puesto en futbolistas tanto de América, Rayados y Atlas.
Ortiz, según lo que se percibe, planea diseñar a su Santos a base de futbolistas de su plena confianza. Pero una cosa es desear y pretender, y otra es concretar con hechos.
De momento parece que el Santos y su nuevo presidente, Aleco Irarragorri, van en serio en lo referente a la reconstrucción del nuevo Santos, dejado (deportivamente hablando) en las manos de Fernando Ortiz, Juan Pablo Rodríguez y Rafael Figueroa, viejos ídolos de la afición Lagunera.
Todo lo que se escucha levanta mucho la ilusión. Esperemos que el club responda al tamaño de la esperanza que se está generando entre los santistas.