Una final maravillosa

Laguna /

La final entre Toluca y Tigres nos recordó para qué se inventó el futbol: para hacer feliz a las personas. Una final que homenajeó al futbol. Una oda al futbol. 

La reflexión inmediata que viene a mi mente es que el espectáculo que disfrutamos el pasado domingo será insuperable, y que ni siquiera los lamentables partidos Mundial que habrá en México podrán superar a esa maravillosa final. 

Y que duela la verdad: la FIFA y toda la organización del Mundial del 2026 han menospreciado y ninguneado México. 

Lo único atractivo es que España jugará contra Uruguay en Guadalajara. 

El otro atractivo es que habrá partidos de nuestra Selección… pero una Selección Mexicana que, desde que fue abucheada en el TSM de Torreón, ha sido abucheada en más estadios, incluso en Estados Unidos.

Así que tampoco se puede esperar mucho de México en el Mundial, aunque tenga rivales muy a modo. 

Lo único que se le puede exigir a la Selección es que llegue al ansiado quinto partido. Pero viendo la realidad, uno difícilmente se hace expectativas, por muy mínimas que sean. 

Por todo este contexto, vale la pena resaltar y reconocer el partido entre Toluca y Tigres, llevado a los tiempos extra y hasta los penales. 

Por cierto, los tiempos extra son un atentado a la integridad física de los futbolistas; no es sano exigirle tanto a hombre de alto rendimiento, pues a esos extremos ponen ya en peligro su salud e integridad: había futbolistas fundidos que ya no podían más. 

Hay que irse directamente a los penales. Y los penales fueron increíbles.

El partido nos arrojó ideas y vueltas, grandes acciones ofensivas, grandes atajadas de los arqueros, dos equipos dispuestos a quedarse con el título. 

Pero sobre todo, un nivel de juego digno de una final. El embiste del Toluca tras verse en desventaja fue brutal y puso de cabeza su estadio que, dicho sea de paso, es una verdadera caldera. 

Cuando Tigres enderezó, hubo un corto circuito y el partido se volvió una locura. 

Los penales siempre son un volado, y tras los tiempos extras vino un trace que puso a todo el país en una especie de estado hipnótico porque nunca antes se había visto una tanda de penales semejante, donde hasta los arqueros tirar y ambos fallaron.

Pero para saborear más la gloria se debe sufrir. Hay que saber sufrir. 

El penal de Alexis Vega fue magistral y toda una ciudad, al igual que Mohamed, lloraron de felicidad. 

No cabe duda que el Toluca es un sentimiento.

  • Luis Miguel Rodríguez Cruz
  • luismrdzcruz@gmail.com
  • Columnista en La Afición desde Enero del 2009. Egresado de la Licenciatura en Ciencias de la Información de Universidad La Salle Laguna, con Maestría en Educación por Universidad Interamericana para el Desarrollo.
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